Finalmente, los dominicanos votaron para renovar sus autoridades municipales para el período 2020-2024, después del frustratorio proceso de febrero.

Las elecciones municipales separadas son un mandato de la Constitución para elegir a las autoridades locales, alcaldes y directores de juntas distritales, con voto preferencial por el regidor.

Estas votaciones eran fundamentales, porque la suspensión pasada generó un estado de riesgo del estatuto institucional sobre la organización municipal, uno de los pilares de la democracia.

Las votaciones de ayer se caracterizaron por el orden y la paz en los recintos, excepto un fortuito incidente en Azua y otra ocurrencia en la provincia Sánchez Ramírez, que en nada modifican esas características.

Ninguna queja significativa sobre la organización a cargo de la Junta Central Electoral (JCE). Todo estuvo a tiempo y se agotó la logística diseñada. Los insumos para las votaciones llegaron a todos los lugares.

El sistema de votación fue exitoso. El papel se impuso como la cultura dominante en las elecciones dominicanas, como en la mayoría de los países del mundo. No hubo quejas importantes que remitieran a irregularidades.

Los políticos igual se desempeñaron con tranquilidad. Estuvieron a la altura de la ciudadanía que acudió a ejercer su derecho.
La nota que más resalta es lo que anoche parecía una realidad: la baja concurrencia a las votaciones. Se habla de que se trata de unas elecciones municipales, y que no despiertan el interés de las elecciones presidenciales y congresuales. Pero el factor que pudiera gravitar de manera importante debió haber sido el temor de la población al COVID-19, que tiene en jaque a la humanidad.
Concurrir a unas elecciones donde los ciudadanos se congregarían bajo una amenaza de ese tipo, en medio de las advertencias y los anuncios de las autoridades, para algunos devenía en algo más allá que el deber de civismo. Cualquier persona simple podía entender que se exponía a riesgo.

En esas condiciones, era previsible un descenso importante en la concurrencia a las urnas.

De todas formas, el pueblo votó. Se ha cumplido con el mandato constitucional. Salimos de un estado crítico.

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