Ante una situación de pandemia o epidemia la mente humana tiende a desarrollar miedos irracionales

Las cuarentenas tienden a crear ansiedad entre la población confinada y los riesgos son mayores para personas con problemas mentales.

Es mucho lo que se ha escrito en las últimas semanas sobre el coronavirus, sobre todo, de las características del virus en su clasificación de pandemia, también sobre las consumadas situaciones, gravosas por demás que acarrea desde el punto de vista socio económico a nivel mundial, pero muy poco o nada de las consecuencias, derivaciones o efectos psicológicas y de salud mental, así lo plantea el psiquiatra Antonio Ignacio del Orbe.

“A propósito de atender las recomendaciones generales de las instituciones sanitarias y las organizaciones gubernamentales sobre las medidas de protección y ante el avance del COVID 19, muy poco o nada es lo que se dice sobre las consecuencias psicológicas del aislamiento social, el confinamiento en casa, así como la incertidumbre de la desinformación”, indica el galeno.

Agrega que a esta situación se le suma la población de pacientes depresivos, ansiosos o psicóticos diagnosticados, que llevan tratamiento, que pueden verse compelidos a experimentar una crisis o recaída ante las medidas de contingencia que vivimos todos en los actuales momentos.

Del Orbe destaca que la revista científica The Lancet publicó hace unos días un estudio sobre las consecuencias psicológicas que puede provocar el coronavirus en las personas. Durante la investigación se llevó a cabo un confinamiento de diez días donde los investigadores estudiaron el efecto de este tipo de contingencias. A partir de los datos obtenidos y de las observaciones se pudo concluir que estas podrían ser las consecuencias:

1. El confinamiento de más de 10 días, lo que se ha denominado la cuarentena, produce ansiedad. Después del décimo día la salud mental se reciente. A partir de los 11 surge la ansiedad.

2. El miedo a la infección. Cuando una situación de epidemia o pandemia se prolonga en el tiempo, la mente humana tiende a desarrollar miedos irracionales.

3. Aburrimiento y frustración. Al reducirse la interacción social solo impera el silencio ante la obligación del confinamiento, esto hace que pronto aparezca el aburrimiento.

4. Sensación de que nos faltan bienes básicos y la conducta de pánico. Una de las características de los momentos de contingencia o pandemia es que las personas actúan por impulso, por lo que aparecen las compras compulsivas. En un escenario de incertidumbre, nuestro cerebro focaliza su atención en esta prioridad: la carencia de suministros básicos.

5. Desconfianza. Llega un punto en medio de esta crisis en el que la mente humana se desconecta y desconfía, puesto que, a veces, se ofrecen datos contradictorios, otras veces no existe la debida coordinación entre las agencias del gobierno, sanidad y otras autoridades.

6. Las personas con trastornos psicológicos pueden empeorar. Es de vital importancia que se sientan apoyadas y que no pasen estos días en soledad.

7. El pensamiento negativo. El pensamiento catastrófico es el más característico de estos contextos, se anticipa lo peor. Se debe evitar este tipo de ideas. Lejos de ayudar complican nuestra realidad ante la contingencia.

Antonio del Orbe, psiquiatra.

¿Cómo conservar la calma ante la pandemia?

El galeno aconseja conservar la calma en la tormenta y, en los días de cuarentena, recurrir a la realización de juegos de mesa, como las barajas o cartas; ajedrez, hacer crucigramas, armar rompe cabezas, ver series de corte familiar. Dibujar, escuchar música, compartir la lectura… Asimismo, arreglar el armario, organizar la despensa, disfrutar de un karaoke… si son religiosos, propone hacer juntos el rosario, poner al día el anecdotario familiar (donde se conocieron los padres), etc.

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