Juana, la quesera, le dijo el viernes al pequeño ganadero que no le recibiría más la leche, porque la gente de la pizzería a la que ella le suministraba el producto, le cancelaron el pedido indefinidamente.
Como ese pequeño ganadero, que ya no va a recibir el dinero con que sustenta a su familia, lo mismo que la quesera que tiene las neveras llenas, con un producto hecho para pizzas, que ya no están siendo horneadas, miles de dominicanos que viven por cuenta propia, empiezan a vivir una situación inédita.

En las condiciones en que trabajan no están cubiertos por el sistema de seguridad social, y si acaso el gobierno implanta algún mecanismo de asistencia económica para sectores disminuidos, difícilmente podrán beneficiarse del mismo, puesto que viven por sus propios medios, y no están registrados en ninguna institución pública. No es el caso de los asistidos a través del Sistema Único de Beneficiarios (SIUBEN).

En esa perspectiva, ¿habrán pensado en algún momento las autoridades del gobierno en ese conglomerado, que no está entre quienes reciben beneficios y no forma parte de las estadísticas bajo control público? Difícilmente.

La crisis provocada por el COVID-19 genera estas situaciones que probablemente no encontrarán respuestas actualmente. Los afectados están condenados a sufrir escaseces para cubrir sus necesidades más elementales.

Son estos ciudadanos parte de los retos que tienen las autoridades en el manejo de algo más que una crisis. Una pandemia que ha alcanzado una dimensión que ha dejado a todo el mundo perplejo, con dificultades para acometer las medidas de contención. Lo mismo que para descubrir una vacuna en un tiempo prudente que signifique alguna esperanza para las personas.

Ahora la gran pregunta que muchos se están haciendo no es sólo el alcance que tiene el COVID-19, sino que una vez “controlado” o bajo contención, qué se hará para que no derive en un mal común con el que habrá que convivir.

¿Qué tiempo tendrá la humanidad para encontrar una vacuna?
Esta es una de las tantas preocupaciones que perturban a mucha gente.

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