Es receta obligada contra el coronavirus restringir la movilidad de la gente, como hicieron China, Corea, Europa y ahora nosotros; la salud es prioritaria. Pero implica prácticamente paralizar la economía y para países donde predomina el empleo informal, como el nuestro, es tamaño dilema. La incidencia de la economía informal determina que si nos quedamos ociosos en casa, no comemos. Entonces, para naciones de nuestra realidad socioeconómica, el impacto productivo junto a nuestros más débiles sistemas de salud, vuelve el covid-19 un reto mucho mayor. En nuestro caso el tratamiento “no salir” debe acompañarse de otras medidas, ya vemos. Un empresario del transporte comentó: “Mandados para nuestra casa para que no nos mate el coronavirus, pero nos matará el hambre”.

Posted in Buen Oficio

Más de opiniones

Más leídas de opiniones

Las Más leídas