Guardar la distancia era una expresión clara de cómo proceder frente a terceros o cercanos ante los cuales había que considerar alguna norma o forma de proceder. Ahora todo el mundo anda de lejiiito, nadie desea que alguien se le acerque. En el trabajo, en las filas de farmacias o supermercados. Es que el COVID-19 nos volvió distantes. Lo lamentó así el presidente de la Federación Internacional de la Cruz Roja Internacional: “Lo más terrible de todo es la falta de contacto humano físico y, por ello, la ayuda psicosocial es muy importante. En todo el mundo vamos a perder algo con lo que hemos crecido, el abrazo de nuestros padres, cuando perdemos a un ser querido”.

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