Varios economistas de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) favorecieron ayer que los países en vías de desarrollo pidan una moratorio en el pago de deuda, a partir de los efectos de la actual pandemia por el coronavirus.

Antonio Ciriaco Cruz, vicedecano de Economía de la academia estatal sostuvo que posiblemente si esto de la pandemia se prolonga este año y el déficit se incrementa y llega al 4.2% del Producto Interno Bruto (PIB), habría un incremento de alrededor de 2.88% de la deuda pública. “Es pertinente que los países se empoderen a través de los esquemas regionales y soliciten en bloques una especie de moratoria. En el caso dominicano, hay que tomar en cuenta que el 66% de la deuda pública es en bonos globales. Por tanto, la reestructuración se hace más difícil porque tú no conoces el acreedor. Cualquiera en los mercados internacionales puede tener un bono de la República Dominicana.
Por tanto, el margen, en el caso en cuestión, quizás no sea tan grande. Lo que hay que tratar es que la deuda que tenga este país con organismos multilaterales, como es el caso del Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo y el mismo Fondo Monetario Internacional –FMI- pueda ser renegociada, porque como quiera el peso del endeudamiento y de los intereses en el presupuesto dominicano es muy alto. Nosotros estamos pagando posiblemente más del 3% del PIB en pago de intereses”, explicó.

Ciriaco emitió esas consideraciones en un panel virtual titulado “Análisis e Implicaciones Económicas del Covid-19 en la República Dominicana, en el que también estuvieron Agnes Milqueya Mateo, directora de la Escuela de Economía, y el director del Instituto de Investigaciones Sociales y Económicas de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), Juan del Rosario. El moderador del debate fue Vicente Luis de Peña.

Milqueya Mateo opinó que pedir la moratoria sería una medida favorable y planteó que las nuevas deudas en las que se embarque el país tengan nuevas condiciones y tantas restricciones.

FASE y Quédate en Casa

De otro lado, la subvención otorgada por el Gobierno a las empresas a través el programa FASE (Fondo de Asistencia Solidaria al Empleado) y a las personas de escasos recursos, con Quédate en Casa- para que tengan algún efecto sobre el aparato productivo tendrían que extenderse por lo menos a agosto, según Juan del Rosario. Esto, asumiendo que la crisis terminara al 31 de mayo de 2020 y la vida del mundo entero comenzara a normalizarse, explicó.

“Lo de ahora es distinto a lo ocurrido en 1920-21”

La catedrática Mateo indicó que es muy temprano para emitir un pronóstico sobre la economía dominicana y sobre su recuperación. “Es como cuando en salud se habla de pronóstico reservado”, explicó.

Antonio Ciriaco Cruz resaltó que la crisis que se está viviendo es muy compleja y muy diferente a las anteriores, como las del año 1920-21, y la de 1930. “Fueron crisis básicamente de carácter financiero y bursátil”, recordó.

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