Santiago. Los directivos de centros privados especializados en servicios de salud en la provincia de Santiago lamentaron que el gobierno no haya acodio la solicitud que hicieran para ser incluidos en el Fondo de Asistencia Solidaria al Empleado (FASE).
La iniciativa gubernamental trata de brindar apoyo a aquellas empresas que se han visto afectados sus ingresos económicos ante el cierre de sus establecimientos por la pandemia COVID-19.

Las empresas afectadas por la indiferencia del gobierno son la Clínica Luna Vital, que dirige Raquelina Luna; el Instituto de Reproducción y Ginecología del Cibao, que administran Ramón Espinal y Yomaris Cepeda, y la Clínica Bella Forma, de Yuseff Serulle.

También la Unidad Oftalmológica, Joaquín Lora C., Servicios Médicos PRP, de Pedro Pérez Cos, y la Clínica Cutis, de Solange Reynoso. Expresaron que muchos empresarios del sector salud han cerrado desde mediados de marzo, acogidos al llamado de distancia social.

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