René, de verdad que no te guardamos rencor… nos queda la música

René, de verdad que no te guardamos rencor… nos queda la música Todos sabemos que la decisión no fue tuya, fuiste empujado a un viaje, aparentemente colectivo, pero.

Por Margot Marmolejos

René, de verdad que no te guardamos rencor… nos queda la música Todos sabemos que la decisión no fue tuya, fuiste empujado a un viaje, aparentemente colectivo, pero en el fondo estamos conscientes de que en ello no hubo nada de cierto, probablemente no estuviste de acuerdo, porque tus manos nunca tomarían la decisión de dejar de pulsar el teclado de tu laptop para reproducir aquellos sueños que aprendiste de niño en las faldas que les alzabas a las sierras de Constanza, maroteando por  los ríos, correteando tras las mariposas, entrando en confanza con las tías-abuelas en la casa paterna, yendo y viviendo con el viejo Juan del conuco, sonriéndole a aquella niña que venía con el río detrás, con un calabazo de agua y las mariposas revoloteándoles las trenzas húmedas y  brillantes; y ya para entonces tú intuías su nombre, probablemente se llamaba Julia con sabor de tiempo y de canción y esa muchacha angelical y blasfema, y pasado el tiempo/espacio, saltando de una agencia publicitaria a otra, saboreando un brandy y un cigarrillo, dándole forma a esa muchacha en las tardes luminiscentes del Conde colonial, ella habría de transmutarse en la Maga en una tarde de lluvia en la rue de Varennes, en París, jugando a la rayuela, colgada de tu brazo, y tú, René, suplantando a Oliveira, quien nunca existió, te sabías él, aquí en el trópico ardiente, primer “cortaziano” posible, jazzeando con Dizzy Gillespie y Charlie Parker.

Ese muchacho grande y de sonrisa inocente, siempre soñando, siempre viajando con la mochila cargada de viejas y nuevas palabras e historias; siempre regresando en noviembre a ese encuentro con nosotros y nosotros contigo y con tus libros; no sabemos, ¿acaso, tú lo sabes?, porque nos dejaste la impronta de que el diablo sabe por diablo, …¡Por Dios!

René, ¿por qué viniste a decirnos hasta luego en marzo, en este mal del tiempo?

Tus amigas y amigos:

Raúl Bartolomé y Jacquelín, Miguelina Crespo y Víctor, Denis Mota y Norma, Margarita Marmolejos, Rafael Peralta, Osvaldo Santana, Loretta Jiménez, Abil Peralta, Bienvenido Álvarez, Nita Adames, Juan Freddy Armando, Xiomara Henson, Yuli Hidalgo, Tomás Castro, Diómedes Núñez, Claridania Moronta, Carmen Sterk, Juan Acosta, Ramón Astacio, Matilde Fabián, Octavio Estrella.

 

Santo Domingo, 16 de abril, 2020

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