El Consejo Permanente de la Conferencia del Episcopado Dominicano (CED), realizó ayer una Jornada Nacional de Oración para pedir por el fin de la pandemia del coronavirus.
La Jornada de Oración encabezada por monseñor Francisco Ozoria, que inició la 9:00 hasta 11:00 de la mañana, fue realizada con el propósito de que Dios aumente su misericordia a favor del mundo y de la República Dominicana que se ve afectada por la COVID-19.
El Episcopado Dominicano realizó la trasmisión desde la Catedral Primada de América, a través de diferentes plataformas de digitales, donde señaló que, frente a esta realidad, es necesario colaborar en el “fortalecimiento de la fe, la solidaridad y la esperanza” del pueblo, y animó “a tomar conciencia” y seguir las normas que establecen las autoridades.
Asimismo, invitó a los padres a dar seguimiento a los estudios de sus hijos y “fortalecer desde sus hogares la Iglesia doméstica, amar al prójimo quedándose en casa y ser creativos en la dinámica de la transmisión de la fe y los valores”.
Además, los obispos recordaron que “la Iglesia no está cerrada” porque hay una Iglesia en cada hogar y aseguraron que continuarán desarrollando su pastoral social de asistencia a los enfermos, pobres, adultos mayores y privados de libertad.
Reconocieron los “grandes héroes” que con su servicio se exponen a ser contagiados, valoraron las medidas de las autoridades estatales y las iniciativas de personas e instituciones, y exhortaron a mantenerse “vigilantes para que todo proceso se realice con transparencia y de acuerdo a las autoridades”.
También, motivaron a “ser más estrictos en la observancia de las disposiciones sobre el distanciamiento social, confinamiento en sus casas en el horario establecido, uso de guantes y mascarillas, lavarse las manos con frecuencia, desinfectar las superficies y objetos de uso común, entre otras”.
