Los innovadores están obligados a “tener una visión que exceda el corto plazo de la situación actual”
En medio de la crisis sanitaria de estos tiempos, la clase emprendedora dominicana se ha visto afectada de diferentes formas. Algunos le sacan ventaja a las nuevas necesidades del contexto, mientras otros se ven impactados por la falta de clientes debido al aislamiento social.

Eddy Alvarado es un emprendedor que vio en las tecnologías exponenciales una oportunidad para crear un proyecto innovador para ayudar en esta situación. Es el fundador de Aurora, una plataforma que combina la inteligencia artificial con la telemedicina para brindar orientaciones a la ciudadanía, a la vez que los conecta con especialistas de la salud para asistencia remota.

Actualmente, Aurora, aprovechado por el Ministerio de Salud Pública, ha sido utilizada por más de 260 mil personas y ha brindado más de 11 mil asistencias médicas a través de los profesionales de la salud voluntarios que constituyen esta plataforma. “Simplemente utilizamos recursos que ya estaban disponibles; las tecnologías exponenciales.

Aprovechamos la oportunidad que siempre se esconde detrás de las crisis. Eso es lo que diferencia a un emprendedor exitoso y a otro innovador”, expresó Alvarado, también fundador de Agro360, un proyecto que utiliza la tecnología para mejorar la agricultura.

A mediados de esta semana, Alvarado participó en un Webinar realizado por el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (Intec), junto a Ignacio Méndez Fernández, viceministro de Fomento Mipymes del Ministerio de Industria y Comercio, y Pablo Ignacio García, director ejecutivo de Enlaces Red de Inversionistas Ángeles, donde discutieron los desafíos que tienen los emprendedores ante la COVID-19.

Inversiones 

Para Ignacio García, cuya empresa desarrolla inversiones  para emprendimientos con alto potencial de crecimiento, la pandemia constituye un escenario interesante para los diferentes actores de este sector. “Por un lado están llegando buenas oportunidades de inversiones, mucho más que antes, incluso. Pero eso tiene la contracara de que varios inversionistas, aunque quieran invertir, no pueden porque sus empresas se han visto afectadas por la crisis”, dijo.

Explicó que esa situación no solo se está dando en República Dominicana, sino también en varios países de la región. “Hay un grupo de inversionistas que no cuenta con el capital para hacer una inversión de alto riesgo, como son estos emprendimientos en etapa temprana”, sostuvo.

Ignacio García indicó que también hay inversionistas que consideran que este es un clima de oportunidades, que para quienes sepan aprovecharlas van a ver un retorno sustancial de sus inversiones a futuro.

“Si bien hay emprendimientos que han sido afectados, hay otros que esta situación los ha obligado a acelerar su crecimiento, especialmente aquellos que proveen servicios y utilizan tecnologías que previenen el contacto físico, y que por el aislamiento son mucho más efectivos y más utilizados”, explicó.

Motivó a los emprendedores actuales, a realizar un análisis financiero para luego determinar cuáles son las nuevas necesidades del mercado “y así puedan aprovecharlas sabiamente para obtener una línea de ingresos e inversión que les permita mejorar su situación”.

Mientras que para aquellos que desean serlo, Ignacio García recomendó planificar bien su estrategia para que en caso de realizar variaciones en sus servicios, hacerlo en base a lo que el mercado requiere y pensar de manera disruptiva.

“Pero sin correr el riesgo de una visión cortoplacista muy enfocado en el contexto. Deben tener una visión que exceda el corto plazo de la situación actual, que luego pueda seguir generando ingresos a futuro, eso es necesario, serán las ideas de negocios más exitosas”, subrayó.

Efectos 

Entre tanto, Ignacio Méndez Fernández admitió que el COVID-19  ha hecho en dos meses lo que en ocho años el Gobierno no pudo: que la gente piense seriamente en lo digital.

No obstante, consideró que debido a la falta de preparación de recursos humanos en cuanto al uso de tecnologías, el teletrabajo también representa un desafío para la gran parte de la clase trabajadora.

Puntualizó que aunque gran parte de los negocios están cerrados, a excepción de los esenciales, existen aproximadamente 2 millones de dominicanos que trabajan actualmente, una proporción significativa a través del teletrabajo.

Citó que una encuesta realizada por el Ministerio, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Gabinete de Políticas Sociales el Gobierno, y otras entidades internacionales, que analiza la situación actual de estos pequeños negocios, arrojó que el 80% paró a consecuencia del coronavirus, más de la mitad despedirá empleados en los próximos meses y un 45.4% dice que es probable que sus empresas no “sobrevivan” al virus.

La encuesta también recogió que el 97% dijo que han disminuido ingresos, que casi el 70% no conoce ningún programa de gobierno que pudiera ayudarlos en esta situación, y un 64% que van a postergar las inversiones.

Igualmente, que el 87% no distribuye productos por Internet, que el 82% lo distribuye en su local, y que el 95% no utiliza plataformas de entrega de sus mercancías.

Para Méndez Fernández, estos datos son una señal de que “nuestros emprendedores tiene el gen emprendedor un poco apagado”. “Vamos a tener que avivar ese gen, y también para parte innovadora, porque es lo que hace falta para salir adelante”, añadió.

“Los emprendedores deben reinventarse, y responder ante este desafío global con ideas y acciones innovadoras”, agregó.

Emprendedores de América Latina

A nivel de Latinoamérica, la encuesta realizada por el PNUD, el Gobierno de la República y entidades internacionales también asegura que el 83% de los pequeños negocios y emprendimientos sufren un “gran impacto” en ventas, el 55% directamente no está vendiendo nada, y el 75% advirtió que su producción “está sufriendo”. De esa última cifra, el 44% dijo que dejó de producir su producto totalmente.

Asimismo, el 84% afirmó que vive un “gran impacto” en su flujo de fondos, el 57% prevé que la actividad caerá significativamente, y el 59% dijo que solo podrá aguantar hasta 60 días esta crisis. Pero el 30% de ese 59%, admitió que su horizonte de vida empresarial, es un marco como la pandemia, es más corto: 30 días.

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