Santiago. Las medidas implementadas para hacer frente al COVID-19 han impedido que las autoridades del Gobierno cumplan con el calendario de entrega de dos hospitales de Santiago que se concluirán para mediado de este año.
La situación ha limitado que empleados puedan concluir las labores en áreas intervenidas desde hace siete años, como es el caso del Cabral y Báez, donde no se trabaja desde hace aproximadamente dos meses y solo permanecen colocados los andamios en las alas Sur y Oeste del centro de salud.
En estos siete años de intervención, la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado (OISOE) ha entregado la parte frontal, el ala Norte y Este. Mientras, la entrega del ala central o consulta externa se hizo el pasado 11 de abril, y funcionan 55 consultorios, área de pie diabético, cirugías menores, ortopedia, coronarias, estudios biliares.
También prometieron que para finales del pasado mes inaugurarían el ala Sur, pero las dificultades han imposibilitado cumplir con la palabra empeñada. A pesar de que de la inauguración pasó justamente un mes, fue el pasado martes cuando comenzaron a abrir para ofrecer los servicios que en una primera etapa abarcará consultas de especialidades, Gastroenterología, Reumatología, Dermatología, Hematología, Nefrología, Neurocirugía, Neurología, Medicina Interna y Gineco-oncología.
La reconstrucción del hospital José María Cabral y Báez fue iniciada en julio del 2013 y contempla una inversión de 2,040 millones de pesos. En el caso del hospital pediátrico Arturo Grullón, que entró en el sexto año de reconstrucción, se esperaba que fuera entregado para mediado de abril o mayo.
En varias ocasiones, el Colegio Médico en Santiago se ha quejado de la tardanza en la terminación de los dos principales hospitales, pese su vital importancia para recibir pacientes de las 14 provincias de la región Norte. El gremio médico cuestiona también las condiciones de maternidad del Estrella Ureña, antiguo seguro social.
