Ahora las inquietudes más pronunciadas sobre las elecciones del 5 de julio se centran en las votaciones de los dominicanos residentes en el exterior, donde la Junta Central Electoral (JCE) tiene representaciones a través de las Oficinas de Coordinación de Logística Electoral en el Exterior (OCLEE).

Las inquietudes surgen como consecuencia de la COVID-19, que ha trastornado el mundo y naturalmente ha impactado todos los procesos, como las elecciones ya pospuestas. Lo que se debate es si en las ciudades más importantes donde residen dominicanos, varias de Estados Unidos y España, habría condiciones para montar las votaciones.

Es obvio que los criterios de los gobernantes de esos países serán determinantes, pero primero la JCE tiene que agotar las diligencias necesarias para que, si hay lugar, el 5 de julio, no haya necesidad de improvisar nada.

La JCE tiene sus representantes y a petición de varios partidos ya resolvió la reestructuración de las llamadas OCLEE, mediante su resolución del 6 de marzo, especialmente en Nueva York y Madrid.

El resto es hacer lo necesario, con la buena voluntad de los actores del proceso, de modo que se sientan parte y no haya lugar a discordias.

En tal virtud, la JCE tiene que prestar oído y buscar el consenso sobre bases reales respecto a los territorios que no están bajo su dominio, pero que aún no se han cerrado totalmente a dar facilidades para las elecciones.

Hemos visto la información de que la asesora del gobernador de Nueva York, Elizabeth Garvey, comunicó al cónsul dominicano Carlos Castillo, que la República Dominicana puede realizar su elección el 5 de julio, siempre que cumpla con las normas estatales mínimas para reducir la transmisión de enfermedades, así como cualquier ley federal aplicable, con estándares, incluidos los establecidos por la Ley de Estadounidenses con Discapacidades y los Centros para Enfermedades, Control y Prevención, vigente al momento de la elección.

Obviamente, esa disposición está sujeta a cambios en atención al momento que vive el mundo. Pero lo fundamental es que nuestras autoridades electorales hagan las debidas diligencias y tengan todo dispuesto.

Y que este asunto no derive en una fuente de conflictividad que dé lugar a problemas mayores.

Posted in Editorial

Más de opiniones

Más leídas de opiniones

Las Más leídas