Tras la decisión de permitir que abrieran las tiendas de centros comerciales con miras al Día de las Madres, prácticamente todos los negocios diurnos y no relacionados con entretenimiento están abiertos y hay mucha gente en las calles. Las mismas iglesias se aprestaban también a reabrir. En el ínterin, el ministro de Salud, Rafael Sánchez Cárdenas, que estuvo en desacuerdo con la reapertura, juega su rol de recordarle a la población que el COVID-19 no ha desaparecido y deben seguir usando mascarilla y observando el distanciamiento físico. Pero lo importante es que informó que en la primera semana de reapertura económica no había habido variación importante en los casos de coronavirus registrados, o sea, que el paso, hasta nuevo aviso, había resultado acertado.

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