Avanzamos hacia la normalidad deseada en la mayoría de las actividades productivas y de servicios bajo las normas dispuestas por las autoridades en medio de la prevalencia de la COVID-19.
Ayer empezó a funcionar el transporte interurbano, y fue perceptible una intensificación de los viajes de las llamadas voladoras en el Gran Santo Domingo. El comercio incrementó su movimiento y las empresas que estaban en restricción empezaron a trabajar dentro de los límites previstos en el programa de la llamada desescalada.

Transportistas y empresas tratan de cumplir las normas de distanciamiento, lo que refleja un estado de conciencia sobre la situación.

La evaluación del primer período de vuelta a la normalidad de parte de la presidencia de la República ha sido considerada satisfactoria por el ministro Gustavo Montalvo. El ministro de Salud Pública fue algo cauto cuando se le pidió un informe detallado sobre el comportamiento de la epidemia durante ese tiempo. Simplemente se conformó con señalar que no hubo un desbordamiento del sistema hospitalario y se produjo una reducción de la tasa de letalidad. Pero aumentaron los casos positivos de COVID-19.

Y la realidad es que continuaremos con más casos, y nadie sabe en qué dimensión. Como señaló el ministro Rafael Sánchez Cárdenas, va a depender del comportamiento de la población. Ahí está el detalle.

Que haya más o menos casos de contagios por el coronavirus está relacionado al convencimiento de las personas de que seguimos bajo riesgo, bajo un alto riesgo. Porque la apertura, por más gradual que resulte, siempre implicará mayores contactos en las diferentes actividades de las personas.

De modo que el desmonte de las restricciones obliga a mantener una actitud de mayor prevención. Es decir, hay que cumplir los protocolos en las unidades productivas y de servicios; las personas tienen que mantener el distanciamiento físico debido, usar las mascarillas, profundizar la higiene personal y adoptar un mayor rigor en los controles en las viviendas. Simplemente, cumplir las recomendaciones de las autoridades.

Porque el país debe seguir adelante. Las actividades tienen que continuar y para que ocurra sin mucho dolor, tenemos que cuidarnos al máximo, cuidando nuestra salud, nuestra vida.

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