Estados Unidos

Las intensas protestas por la muerte del afroamericano George Floyd a manos del oficial – blanco- Derek Chauvin, de la policía de Minneapolis, van a terminar y surge la pregunta si se quedará todo igual. ¿No habrá reforma alguna en cuanto a política policial como siempre? Parece que esta vez es la vencida. La indignación ha sido tan grande que, aparte del procesamiento del agente y sus cuatro compañeros por homicidio, ya en sí un gran logro, algunas ciudades han anunciado ciertas reformas operativas. Serían, prohibición de técnicas de inmovilización en cuello con rodilla o brazo; reducción de presupuestos policiales a favor de programas sociales para comunidad negra y revisión de tácticas de control de protestas. Bueno, un apremiante primer paso.