La pandemia del coronavirus tiende a agravar vulnerabilidades preexistentes. En el caso de las mujeres, elCaribe reveló hechos incipientes de cómo podríamos retroceder en cuestiones de salud sexual y reproductiva. En nuestro país las mujeres más pobres adquieren la píldora y otros métodos anticonceptivos en las “boticas populares”. Con el COVID-19 estas farmacias quedaron desabastecidas de los mismos, además de que aun antes no todas los ofrecían. Más embarazos no deseados en mujeres y adolescentes sexualmente activas, pobres, sobre todo de comunidades apartadas, es el efecto predecible. De manera pues que un más grave problema de embarazo en adolescentes y abortos -clandestinos- sería marca de la era poscoronavirus. Salud sexual y reproductiva de las más pobres aún en mayor precariedad.

Posted in Buen Oficio

Más de opiniones

Más leídas de opiniones

Las Más leídas