Anoten bien: En este complejo proceso electoral, que debemos analizar con “el mejor ojo avizor”, se observa que para las elecciones (extraordinarias) presidenciales y congresuales del cinco de julio se romperá la vieja tradición política que se basa en el llamado bipartidismo.
¿Qué quiero decir con esa advertencia, que es mi tesis? Una clara respuesta: Que contrario al anacrónico pasado político-electoral dominicano, el bipartidismo no tendrá cabida en la consulta comicial que se avecina. ¡Uff, apenas faltan 16 días para llegue ese gran acontecimiento de la democracia nacional!

El bipartidismo, literalmente, estará ausente en la contienda electoral. Un bipartidismo que, según lo que en principio nos quisieron vender, tendría a dos ciudadanos como protagonistas principales candidatos (Luis Abinader y Gonzalo Castillo) a la jefatura del Estado y postulados por igual número de partidos políticos.

Abinader, aspirante a la Presidencia por el Partido Revolucionario Moderno (PRM) y Castillo, postulado por el oficialista Partido de la Liberación Dominicana (PLD).

A propósito, un dato histórico del bipartidismo: “ La ley de Duverger es un principio que afirma que el sistema electoral mayoritario conduce a un sistema bipartidista. El descubrimiento de este principio se atribuye a Maurice Duverger, sociólogo francés que observó este efecto y dejó constancia del mismo en diversos textos publicados en los años cincuenta y sesenta del siglo XX. Posteriormente otros politólogos comenzaron a llamar “ley” a este efecto”.

¡Pero del pasado no se vive! Si ahora aceptamos esa teoría, sostenida también por los tradicionalistas del análisis político, entonces -en los comicios de julio- volveríamos a ser testigos del bipartidismo en busca del poder.

Sin embargo, por lo que se ve, cuando estemos en el esperado certamen comicial, tendremos una feroz lucha entre tres partidos. Esto significa que serán unas elecciones tripartidistas.

Y con firmeza periodística ¡os proclamo!: Que nadie pretenda vendernos falsías electorales…que no nos sigan vendiendo de que el vetusto bipartidismo, nueva vez, “se disputará el poder” cuando se abran las votaciones por mandatos de la Junta Central Electoral (JCE).

Pero, además, que no sigan saliendo -con su ruidosa parafernalia en los medios noticiosos- encuestas mostrencas, maquilladas y pagadas por quienes buscan llevar a la población una falsa percepción de simpatías políticas entre dos candidatos. ¡A otro perro con ese gastado hueso!

En la segunda entrega -con elementos irrebatibles- expondré por qué el 5 de julio tendremos una batalla electoral marcada por el tripartidismo.

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