Fe es el nombre de la avenida principal de la vida, necesitamos fe en lo que portamos, en los demás y en Dios ante todas las cosas, pero hay momentos donde la teoría le gana a la experiencia y las circunstancias al corazón. Creer en un futuro con alguien, creer la sanidad propia o ese milagro del que depende tu vida puede ser tan fuerte, porque el estado de tu corazón no permite un nuevo estiramiento; pues ante todo esto quiero preguntarte… “Si tu puedes confiar que la empresa que fabrica rompecabezas puede empacar de manera completa todas las piezas y colocarlas perfectamente en cada caja, ¿por qué no puedes creer que Dios tiene la precisión y el cuidado de traer cada pieza a tu vida por una sabia razón?”.

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