El estado de la pandemia del COVID-19 en República Dominicana se ha agravado a partir de la desescalada. No exageramos. Sólo hay que ver las cifras de contagios y muertes anunciadas por el ministerio de Salud.
Pero la nueva situación da la sensación de que todo está normal, excepto cuando un miembro de una familia cae bajo el coronavirus, y si muere, el impacto se torna dramático. Quienes han pasado por esas situaciones lo saben.

La realidad es que el relajamiento de las restricciones, el retorno al trabajo de miles de personas, la apertura de muchas actividades, y ahora, con el final del toque de queda, las probabilidades de nuevos contagios se incrementarán.

¿Qué hacer en este panorama frente a una enfermedad que puede ser mortal? Las recomendaciones del ministerio de Salud no han cambiado. Hay que evitar las aglomeraciones, protegerse con mascarilla e higiene personal.

Es necesario hacer algunas precisiones. El fin del toque de queda, que resultó en una fiesta colectiva en las grandes ciudades el domingo en la noche, fue como una válvula de escape abierta conscientemente.

Las autoridades no anunciaron ninguna directriz antes del domingo. No dijeron si se mantenían las restricciones, aunque los sectores informados sabían que el país seguía bajo el régimen de excepción.

Fue ayer cuando fue emitida la resolución 0018 por el Ministerio de Salud, mediante la cual declaró como “epidémico el territorio nacional” y precisó una serie de medidas.

Con dicha resolución el Ministerio reafirma algunos protocolos y establece restricciones respecto a algunas actividades nocturnas.
En pocas palabras, concluye el toque de queda, pero seguirán cerrados los centros de entretenimiento y recreación, como casinos, discotecas, restaurantes, salas de cines y teatro.
También los encuentros en auditorios, explanadas, estadios, arenas deportivas y galleras.

Las actividades educativas siguen bajo el régimen anterior y prevalece el sistema virtual. Los servicios religiosos igual continuarán como hasta ahora.

Otras actividades sectoriales serán regidas por protocolos especiales y según la especificidad de las mismas.

Si bien se advierte sobre las sanciones, no aborda lo relativo a las multas, que por el volumen dieron pie a cuestionamientos.

Aunque no se diga, estamos en una nueva fase. Y los cuidados deben ser mayores.

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