Brasilia. El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, de 65 años y uno de los más escépticos del mundo sobre la gravedad del coronavirus, informó ayer que dio positivo por COVID-19 y comenzó a ser tratado con cloroquina.
“Comenzó el domingo con una breve indisposición”, dijo el propio mandatario a periodistas en su residencia oficial, quien aseguró que se siente “perfectamente bien”.
Durante los últimos meses, Bolsonaro ha desafiado casi a diario al virus, al que llegó a calificar de “gripecita”, circulando por las calles en plena cuarentena, al asistir a actos públicos sin la máscara preceptiva, abrazando y besando a partidarios sin cuidado alguno y con un desdeño constante frente a la enfermedad.
OMS espera que se recupere
El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el etíope Tedros Adhanom Ghebreyesus, agregó que espera que Bolsonaro desarrolle síntomas leves y pueda regresar pronto a su labor ejecutiva, pero subrayó que “es importante entender la gravedad de este virus y darse cuenta de que ningún país es inmune”.
Dijo que el caso de Bolsonaro muestra que “nadie es especial, todos estamos potencialmente expuestos y somos igualmente vulnerables”.
Van 11,5 millones de casos
Los casos de COVID-19 superaron los 11.5 millones en todo el planeta, mientras que los fallecidos ascendieron a 535,759, según la OMS.
Durante tres días consecutivos se ha rebasado la barrera de los 200,000 nuevos casos por jornada, cifras antes nunca alcanzada.
América se acerca a los seis millones de contagios, con más de 266.000 muertes, y le sigue como la segunda región más golpeada por el coronavirus Europa, con 2.8 millones de casos y que hoy superó la barrera de los 200,000 fallecidos.