El presidente electo Luis Abinader anunció ayer el equipo económico que lo acompañará durante su gestión. Eran designaciones esperadas, excepto la ratificación del gobernador del Banco Central Héctor Valdez Albizu, en el cargo desde 2004, período desde el cual la República Dominicana empezó un crecimiento económico continuo, hasta ahora, que la pandemia lo ha derrumbado todo.
El equipo que acompañará a Abinader está constituido por gente preparada: Miguel Ceara Hatton, experto en macroeconomía, desarrollo y economía internacional, para el ministerio de Economía y Desarrollo; Jochy Vicente, economista, especialista en Finanzas Corporativas y Empresarial, para el ministerio de Hacienda; Pedro Silverio, con una amplia formación en economía, administración y política fiscal, asesor económico del Poder Ejecutivo; José Rijo, docente con una concentración en presupuesto, administración, y modernización legislativa, director de Presupuesto; Alejandro Fernández, analista especializado en el sector financiero y consejero en emprendedurismo, superintendente de Bancos, y Biviana Riveiro, con una concentración en Derecho de los Negocios Corporativos y en Economía para Negocios, para el Centro de Exportación e Inversión de la República.
De Héctor Valdez Albizu, confirmado como gobernador del Banco Central, previa consulta, es poco lo que hay que decir. En el puesto desde 2004, ha jugado un papel protagónico en el desempeño económico dominicano hasta hoy.
Las designaciones tienen una clara intencionalidad que el propio Abinader la subrayó: son señales afirmativas en pro de la estabilidad macroeconómica. “Ante la crisis económica actual, consecuencia de la pandemia, le he solicitado al actual Gobernador del Banco Central, Héctor Valdez Albizu, quien ha aceptado, confirmarlo en su posición” indicó Abinader en su cuenta de Twitter.
Es una decisión muy asertiva, que muestra el nivel de madurez de su liderazgo y la comprensión del momento que vive la Nación. Le dice a los agentes económicos que apuesta al mantenimiento de la estabilidad macroeconómica.
Refleja que tiene claro que debe alejar todo tipo de estrés en el marco del régimen regulatorio del sistema monetario y financiero previsto en la Ley Monetaria y Financiera 183-02, y además, mantener la estabilidad de precios y la dinámica que venía mostrando la economía, al margen de los procesos de transición del sistema democrático previsto en nuestra Carta Magna.
