Es un color relajante y refrescante que induce sensaciones de serenidad y armonía.

Pino, hierba, oliva, lima, menta… ¿con cuál te quedas? En cualquiera de sus tonalidades, el verde es uno de esos colores, que además de acercarnos a la naturaleza, nos genera tranquilidad.

Se trata de un color asociado a la positividad, a la alegría, a la paz y a la armonía y es fácilmente acoplable a cualquier estilo decorativo y estancia de la casa. Ya sea a través de elementos constructivos, mediante el uso de elementos decorativos o también naturales, a través de plantas, empleados en mayor o menor medida, acudir al color verde en decoración, combinado correctamente con otros colores, resultará una apuesta segura que aportará un extra de frescura a cualquier estancia o ambiente que se precie.

Si te gustan los contrastes y cambios atrevidos, optar por incorporar el color verde en las paredes (o de forma moderada en alguna de ellas) puede resultar una opción enérgica para tu estado de ánimo, así indica la psicología del color.

Entre los colores cálidos y fríos se abre un extenso abanico de posibilidades adecuadas para cada estilo y gusto en especial. En este sentido las tonalidades cálidas del verde otorgan dinamismo a los espacios haciendo que los mismos luzcan juveniles y luminosos. Los verdes cálidos, es decir los que se encuentran más cercanos al amarillo, generan ambientes iluminados y dinámicos. Estos verdes alegran la vista sin cansarla.

De acuerdo a la página Casa y Color, dentro de la paleta de colores verdes también se encuentran aquellos más cercanos al azul, los verdes fríos, los cuales reflejan serenidad, calma y elegancia. Usándolos en la pintura y en la decoración de ambientes, el resultado es más fresco y elegante que las opciones anteriores. Para que el resultado sea completo suelen ir acompañados por tonalidades naturales suaves, como blanco, perla, beige o arena. También es posible combinarlos con verdes amarillentos, dorados y maderas claras para generar un agradable contraste.

¿Cómo combinarlo?

Puede ser combinado de distintas formas: según las relaciones en el círculo cromático, o con tonalidades neutras. También es amigable con el beige y grises. Lo cierto es que es necesario conocer la tonalidad justa del verde para saber con qué colores acompañarlo.

Juega con las telas
¡Dale vida! Combina lisos y estampados para dar movimiento a camas y sofás. Y matiza el verde con un neutro, como el gris.

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