El presidente Danilo Medina hizo bien al emitir el decreto 348-16 mediante el cual traspasa al Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones parte de las escuelas que viene construyendo la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado (OISOE). Debió hacerlo antes.
Es comprensible el porqué de la medida. La OISOE fue desnaturalizada y se ha convertido en piedra de escándalo.

La OISOE, de fiscalizadora, según el decreto No. 590-87, con funciones de “supervisar la construcción de proyectos de infraestructura para beneficio de las comunidades, tales como construcción, remodelación, reparación y cubicaciones de pagos de obras realizadas por el Estado”, pasó mediante el decreto 446-00, a manejar una excesiva cantidad de obras, y su gestión fue gravemente cuestionada, tanto, que terminó en el terreno judicial.

Por eso nunca se entendió que el presidente Danilo Medina emitiera el decreto 625-12, mediante el cual dispuso la creación del “Programa Nacional de Edificaciones Escolares”, adscrito al Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones e integrado por las dependencias relacionadas al Ministerio y por la OISOE.

De esa forma, Obras Públicas y la OISOE fueron autorizadas a trabajar con el Ministerio de Educación para la construcción y rehabilitación de las edificaciones escolares. Para Obras Públicas el 60%, y para la OISOE el 40% de dichas obras.

Después de los lodos, el decreto 348-16 viene a reparar lo que nunca debió ser: la concesión del 40% de las obras escolares a una dependencia creada por el Poder Ejecutivo solamente para
supervisar construcciones públicas.

Con el nuevo decreto, el ministerio de Obras Públicas recibirá “los proyectos escolares que estén entre un 0 a un 40% de edificación. Además, serán traspasados aquellos planteles con un 40 hasta un 80% de construcción. Las escuelas que pasen el 80% de realización continuarán bajo la responsabilidad de OISOE”.

Ahora, el Poder Ejecutivo debe completar el desmonte de la OISOE retirando de su carpeta todo lo que tenga que ver con la ejecución de obras.

El decreto 348-16 es una señal del Presidente Medina de que desea devolver a la OISOE a su legalidad, una simple supervisora de obras adscrita al Poder Ejecutivo.

Lo ideal fuese que definitivamente la cerrara.

(Ese fue el editorial de elcaribe del 5-12-2016. Felicitamos a Luis Abinader).

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