Para los hijos es importante saber quién es su padre, indistintamente a la opinión que tenga la madre

Culturalmente la sociedad latinoamericana ha sufrido numerosas transformaciones y los hogares por lo general tienden a ser matriarcales, lo que explica que en su mayoría los jefes del hogar y quienes toman las decisiones sean las madres. En muchas ocasiones es común escuchar frases como: “padre cualquiera, madre una sola”, “yo soy su madre y su padre, “el no necesita a nadie más”, entre muchas otras. Sin embargo, la realidad es que todo hijo necesita a su padre, al igual que a su madre. A pesar de que en ambos roles se cumplan funciones protectoras, educativas, modeladoras y afectivas; el rol varía en cuanto a la configuración de cada persona ya que al ser dos, cada uno servirá como una referencia adulta, con sus particularidades, talentos y recursos, por tal motivo nadie puede sustituir a nadie, expone Leyshy Cabrera, encargada de la Sede Infanto Juvenil del Centro Vida y Familia.

“Por cada hijo o hija hay sólo un padre y una madre, eso nunca será diferente, a pesar de que muchas familias tiendan a utilizar a otros miembros como sustitutos referenciales del rol, es claro que deja un “vacío” en los hijos, ese espacio corresponde a una única persona, por lo que, a corto, mediano o largo plazo, de manera consciente o no, el hijo manifestará cierta carencia por esa figura”, señala la psicóloga.

Además, sostiene que una manera sencilla para explicarlo es entendiendo que siempre existirá un precedente biológico y se formará otro existencial, un ejemplo sería recordar otra frase común que se suele decir: “la sangre llama”, y es que las conexiones genéticas no son modificables, todos los seres humanos venimos programados con una carga genética adjudicada por el padre y la madre, aportando un 50 % cada uno, al momento de la concepción.

Asimismo, Cabrera indica que al ir creciendo y desarrollándose, el niño o la niña como todo ser humano, se forma en sociedad y a partir de ella va construyendo sus referentes para fortalecer su autoconcepto y estima personal. Es entonces, como poco a poco van surgiendo las bien denominadas crisis existenciales, que teóricamente han sido explicadas por renombrados filósofos, entre ellos, Friedrich Nietzsche y Jean-Paul Sartre. Explicando que todos los seres humanos estamos en una búsqueda constante para conocer quiénes somos, de dónde venimos y qué sentido tiene la vida.

Por todo esto, Barroso menciona que para el hijo es muy importante saber quién es su padre, indistintamente de la opinión que tenga la madre u otra persona, esto le permite “ubicarse, identificarse, vincularse y ser efectivo en su desempeño”, es así cómo él y sólo él decidirá qué lugar ocupará en su vida.

Para finalizar, Cabrera explica que es importante tener presente que ser padre no es una obligación, ser padre es un
acto profundo de amor.

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