En nuestro país hay más de un abogado por cada kilómetro cuadrado. Soy uno de ellos. En cada familia hay uno, aunque sea primo. A groso modo, porque no tengo fuentes fidedignas, somos unos 63,000, cifra que no tienen países que nos duplican en población. Somos parte esencial del sistema de justicia, por ello publico este artículo.
Desde hace tiempo el Colegio de Abogados de la República Dominicana, CARD, pierde credibilidad entre nosotros y en la sociedad. Ser indiferentes sería una irresponsabilidad. Un ejemplo: la legalidad de su directiva está cuestionada, pues su período ya se cumplió. El caso está en los tribunales.

Y esto se agrava por la crisis económica de nuestro sector por culpa del COVID-19, donde el comportamiento de miembros directivos del CARD no ha ayudado a buscar soluciones razonables al serio problema. Una prueba son los desacertados ataques a la Suprema Corte de Justicia. En vez de diálogo, se buscó la confrontación.

De igual manera, si anhelamos avanzar, debemos pensar en lo posible más allá de los criterios políticos y partidistas, enfocándonos en el Bien Común de nuestra clase, todo esto reconociendo la realidad gremial del CARD.

Otro aspecto delicado es la convocatoria a elecciones el próximo 1 de agosto, donde se pretende elegir las autoridades del CARD. De intentar continuar con este absurdo, se le provocaría mucho daño a nuestra institución, se estaría al borde de una peligrosa división y tal vez surgirían innecesarios enfrentamientos. Dicha convocatoria, que además tiene características apartadas de las normas y del sentido común, debe ser rechazada ya.

En ese sentido, propongo lo siguiente: 1.- Que con carácter de urgencia se convoque al Consejo Nacional del CARD para que elija una Comisión Nacional Electoral imparcial que inspire respeto entre todas las partes, la cual estaría integrada por 4 representantes de los sectores con incidencia en el CARD, todos juristas con sólidos criterios morales, siendo el quinto un juez del Poder Judicial, quien la presidirá.

2. Que se convoque de inmediato a elecciones el segundo sábado de septiembre de este año, siendo elegida la directiva hasta el mes de diciembre del año 2021, para luego volver a la normalidad con los períodos estatutarios de dos años.

3.- Que se promueva llevar una plancha de consenso o de unidad, compuesta por profesionales que dignifiquen la toga y el birrete y sean genuinos representantes, colaboradores y defensores de los abogados y abogadas de la República Dominicana.

Definitivamente, necesitamos un nuevo CARD comprometido con la institucionalidad, la transparencia, el trabajo y el servicio eficiente a los profesionales del derecho; en resumen: es imprescindible un CARD sólido, por el bienestar de la patria. I haréis justicia.

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