Se encuentra en YouTube, con un buen doblaje al español y con el título: “La separación – Película Iraní (2011)”. Cine en estado puro. Minimalista y económica, es una de las mejores y más modeladas piezas de cine. Muestra la forma y el fondo de una sociedad cuando a falta de amor reina el resentimiento. Una fábula cinematográfica de la separación de un matrimonio y el aborto accidental, crea un conflicto moral con infinidad de puntos de vista, sin culpables ni inocentes, sin maniqueísmo. Trama realizada con entera honestidad, sin inducir o manipular, sin proponer soluciones a las cuestiones planteadas, sin buscar héroes o villanos, dejando que cada quien reflexione. Eso sí, valiéndose de la emoción nos lleva a la catarsis a partir de conflictos primarios y universales como son la disculpa de actuar y hacer lo que sea para supuestamente dizque proteger a los seres queridos. Y sabemos que al final actuamos por interés propio, porque lo que hacemos satisface nuestro ego. Y nada más. El virtuosismo del guión, dirección y actuación convincente está en enredar la trama con micro situaciones que exponencialmente remiten a macro situaciones. Una cámara trémula, en las manos casi todo el tiempo, guía nuestra mirada hacia momentos contundentes. Es lo que hace el cine de vanguardia actual: aproximarnos al drama de personajes condenados para experimentar sus dudas, sus dolores, sus expiaciones, pero sobre todo para crear catarsis del ahogo ad infinitum de ellos y de nosotros. Cine de corte enteramente kafkiano, nos dice que cualquier intento de ser equilibrado es improbable cuando se quiere consensuar compromisos del pasado y con deberes del presente. Escoger entre el compromiso con Dios, y el compromiso de la estabilidad familiar: ¿Dios por sobre todas las cosas o la familia primero que nada? Pues el filme evidencia que nadie está dispuesto a ceder en lo que entiende que tiene razón y vemos que la principal motivación es no dar su brazo a torcer por orgullo pendejo, por no reconocer una mentira, por creerse por encima de los demás porque Dios está de su parte. Vemos que si bien aceptamos las leyes no actuamos con justicia. El tema da para tratarlo desde una perspectiva femenina pues la de este es desde una perspectiva masculina, aunque imparcial tome cuidado de no idealizar a las mujeres como víctimas de un sistema dominado por los hombres.
HHHHH Género: Drama / Irán, 2011. Duración: 123 minutos. guión y dirección: Asghar Farhadi.

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