En atención a una petición de la Cancillería, el ministerio de Administración Pública emitió ayer una resolución mediante la cual incorpora a la “Carrera Especial Diplomática y Consular” a 57 funcionarios de esa dependencia adscritos a la sede y en el servicio exterior, en virtud de “derechos adquiridos” mediante la ley 314-64. No se restan méritos a los favorecidos, pero la pregunta resulta inevitable: ¿por qué tenían que esperar prácticamente a la víspera de la juramentación de las nuevas autoridades nacionales para conceder tales beneficios? Un acto más al echarse las palomas y otra repetición de la historia. Al ocurrir a esta altura, es inevitable que haya conjeturas.

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