Siete horas duró el interrogatorio realizado ayer a la exdirectora del Instituto Nacional de Atención Integral a la Primera Infancia (Inaipi), Berlinesa Franco por los supuestos actos de corrupción cometidos en la institución durante el estado de emergencia.
La exfuncionario llegó a la Fiscalía del Distrito Nacional a las 9:55 de la mañana acompañada de su abogada, donde fue interrogada por la procuradora fiscal titular, Rosalba Ramos hasta las 5 de la tarde.
Al salir del despacho, la magistrada Ramos indicó que no descartan que tengan que volverla a llamar a Franco, pero que eso se determinará luego de que se analicen las informaciones suministradas y los documentos que han llegado de diferentes instituciones. Sostuvo que esta etapa del proceso es secreta.
Sobre las cuestionamientos de que Franco no había sido interrogada después de varios meses, la magistrada dijo que la investigación inició en medio de la pandemia y que fueron llamando a las personas envueltas en el caso cada semana.
Explicó que tomaron la decisión de dejar de último a la máxima autoridad de la institución, es decir, a Franco, a los fines de dar tiempo a que las demás instituciones suministraran información que podría ser relevante.
Dijo, también, que producto de la pandemia los trabajos se han tornado lentos y que incluso, en un momento suspendieron las pesquisas porque había personas enfermas de COVID-19.
En el interrogatorio participaron los fiscales Karina Concepción, Elvira Rodríguez y Narciso Escaño, quien pertenece a la Procuraduría Especializada de Persecución de la Corrupción Administrativa (PEPCA), así como la abogada de Franco, Emery Rodríguez.
Anteriormente, el Ministerio Público ha dicho que están avanzadas las investigaciones en torno al caso.
