Las autoridades que asumirán el gobierno a partir del 16 de agosto recibirán un presupuesto con 40% de los recursos aún sin ejecutar, con el 32% de esos mismos recursos aún sin comprometer esperando las decisiones de política pública a tomar por la nueva gestión, y con equilibrio entre los ingresos percibidos y los gastos incurridos, estando incluso ya cubiertos los gastos extraordinarios provocados por la pandemia de COVID-19 hasta el momento del cambio de mando. Es la mejor situación fiscal posible que se pudiera aspirar. Sería iluso pretender que se hubiese generado un ahorro fiscal con una gran parte de la economía cerrada desde marzo, niveles de incertidumbre sin precedentes y con un gobierno incurriendo en cuantiosas transferencias sociales para garantizarle ingresos a los millones de dominicanos afectados.

Daremos una rápida mirada a los conceptos y partidas que mostraba la ejecución presupuestaria de forma preliminar al día 07 de agosto de 2020, una semana antes del cambio de administración gubernamental.

Momentos del ingreso y del gasto público

Recordemos que en el Estado se considera que se han generado ingresos en el momento en que los recursos han sido percibidos en sus cuentas bancarias, ya sean provenientes de impuestos, tasas o desembolsos de financiamiento, entre otros orígenes.

El gasto, en cambio, se considera ejecutado en el momento que el mismo es devengado, es decir cuando los bienes y servicios ha sido recibido por el gobierno y cuentan con los respaldos documentales requeridos. Dicho llanamente, con el recibido conforme y las facturas en orden.

El libramiento es la orden que emite un organismo para que la Tesorería Nacional pague los bienes o servicios ya recibidos y facturados. Esta instrucción se emite al cumplirse los plazos de la política de pagos para cada tipo de transacción y actualmente tiene un máximo de 60 días. Es normal que exista una parte del gasto público que se encuentre en este tránsito para ser pagado.

El pago, por su parte, se genera cuando han transcurrido los plazos de la política de pagos y la TN dispone de recursos disponibles para cancelar las obligaciones gubernamentales. La caja puede incurrir en déficits por breves períodos cuando los ciclos del ingreso y del gasto no coinciden. Esos déficits generan costos por intereses de financiamiento de corto plazo.

Los balances y saldos que el gobierno central mensualmente observa son: (i) el balance presupuestario o diferencia entre ingresos percibidos y gasto devengado, (ii) el balance de caja o diferencia entre ingresos percibidos y gastos pagados y (iii) los saldos de cuentas por pagar que se encuentran cumpliendo los plazos de la política de pago o que estén pendientes de pago por la TN.

Ingresos y Fuentes del Presupuesto

Los ingresos y fuentes de financiamiento percibidos por el gobierno central al 07 de agosto han sido RD$ 640 mil millones, un 60% del presupuesto vigente de ingresos.

Gastos y pagos del Gobierno Central

Al 07 de agosto, las instituciones del Gobierno Central habían devengado gastos por RD$ 645 mil millones, un 60.2% del presupuesto de gastos vigente y 0.9% más que los ingresos percibidos a la fecha.

Los organismos del GC han ordenado pagos por RD$ 620 mil millones, un 57.9% del presupuesto vigente y 97.1% de los ingresos percibidos a la fecha.

La Tesorería Nacional ha emitido pagos por RD$ 610 mil millones de pesos, un 56.8% del presupuesto de gastos vigente, lo que corresponde a un 95.3% de los ingresos percibidos a la fecha.

Balances del Gobierno Central

En el año 2020 el gobierno central ha tenido cinco (5) meses con déficits en el balance presupuestario y tres (3) meses con superávits. El balance presupuestario acumulado al 07 de agosto es deficitario por RD$ 6 mil millones, un -0.6% del presupuesto vigente y -0.9% de los ingresos percibidos.

El balance acumulado de caja, la diferencia entre ingresos y pagos del período presenta un superávit de RD$ 30 mil millones, un +2.8% del presupuesto vigente y +4.7% de los ingresos percibidos.

De los balances de cuentas por pagar del gobierno central con sus suplidores, el balance dentro de la política de pagos de las instituciones (diferencia entre gasto devengado y la orden de pagos) es de RD$ 24.9 mil millones, 2.3% del presupuesto vigente y 4.7% del ingreso percibido, y el balance que cae en los plazos de política de pagos de la TN (diferencia entre el libramiento y el pagado) es de RD$ 11.5 mil millones equivalente a un 1.1% del presupuesto vigente y 1.8% de los ingresos.

En resumen, las nuevas autoridades recibirán un presupuesto equilibrado, sin grandes obligaciones pendientes y con el 30% de los recursos sin comprometer para el nuevo gobierno que tenga la libertad de tomar las medidas de política presupuestaria pertinentes, ya sea desde el punto de vista del ingreso, gasto o financiamiento público. Esto facilitará la adopción de medidas estructurales en el gasto público desde el mismo mes de agosto 2020, sin tener que recurrir a rescisión de contratos en ejecución ni esperar la formulación del Presupuesto General del Estado 2021 o el inicio del próximo periodo fiscal.

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