A pesar de sus conquistas para el país, esta disciplina ocupa el lugar destinado a la “Cenicienta” en el deporte local

El boxeo de República Dominicana (en sus dos niveles: profesional y aficionado) -con el nuevo ministro de Deportes- ¿se levantará de sus viejas cenizas?

¿O seguirá marginado? Otra pregunta: ¿El boxeo dominicano continuará ocupando el inmerecido lugar que se le reserva a “La Cenicienta”?

Las preguntas deben ser respondidas -dicen expertos- por Francisco Camacho, el recién posesionado ministro de Deportes y Recreación (Miderec).

Camacho, a quien se le considera un hombre que “le duele el deporte”, ha entrado con altos bríos al cargo y, precisan expertos, al parecer tiene muy buenas intenciones para dar la debida protección al atleta dominicano. Una protección reclamada por muchos años.

Los analistas le toman la palabra a Camacho, un veterano dirigente deportivo que por varios años ha ocupado –con exitosos resultados- la presidencia de la Federación Dominicana de Taekwondo. Al nuevo ministro de Deportes, los analistas le han tomado la palabra porque, anotan, -al ser juramentado en el cargo- declaró con voz firme: “Se terminó escuchar aquí las palabras no hay”.

Pero los expertos del deporte local hacen hincapié -y revisan la historia de manera minuciosa- en el papel de indiferentes de todos los incumbentes de la cartera deportiva respecto al boxeo.

Porque, subrayan, el boxeo dominicano -por décadas- ha sido “la Cenicienta” del Estado dominicano que, en sentido general, le ha dado respaldo a las demás disciplinas deportivas.

Los propios analistas -al registrar los hechos históricos- recuerdan que el deporte de República Dominicana, en 1984, logró su primera medalla en los Juegos Olímpicos realizados en la ciudad de Los Ángeles, Estados Unidos.

¿Y cuál fue el deporte que aportó esa primera y apreciada presea? La pregunta, como una forma de refrescas memorias, fue hecha a sabiendas de que le tocó al boxeo, gracias a los puños del inmortal Pedro Julio Nolasco, quien se alzó con una de los dos medallas de bronce disputadas en el campeonato pugilístico del certamen atlético, el más importante del mundo.

Esa única medalla olímpica permaneció ocupando un privilegiado lugar durante veinte años hasta que en las Olimpíadas del 2004, realizadas en Atenas, el velocista Félix Sánchez ganó la medalla de oro en los 400 metros con vallas.

El boxeo, para ratificar su estelaridad, en los siguientes Juegos Olímpicos Beijing, 2008, atrapó otra medalla, esta vez de oro, gracias a la capacidad de su peleador Félix Díaz Guzmán.

Huérfano de gimnasios

Increíble, pero en el país -durante la historia de los secretarios, ahora ministros, de Deportes- no se ha construido un gimnasio de boxeo.

Es una muestra más de que el Estado dominicano no respalda el boxeo. Pero, además, no da una mirada retrospectiva a la historia de este noble deporte que tantos lauros ha otorgado a la nación.

Los analistas recuerdan que el boxeo rentable le ha entregado a la patria coronas mundiales (23 por puños de varones y cuatro de hembras), pero, además -y se insiste- fue la disciplina que dio a la nación la primera medalla olímpica.

Los demás deportes -como béisbol, baloncesto, tenis, voleibol, softball- están llenos de instalaciones deportivas en todo el país, pero el boxeo sigue huérfano de gimnasios.

Pero, ¿por qué el boxeo ha sido tan marginado por todos los incumbentes que han pasado por el Ministerio de Deportes?

Se mantiene la esperanza de que el nuevo incumbente de Miderec, Francisco Camacho, “sea la excepción y disponga por lo menos la construcción de tres gimnasios de boxeo que operen en Santo Domingo, Santiago y La Romana”.

¿Eso puede o va a ocurrir?, concluyen expertos del boxeo que, sin embargo, no son escépticos y confían en que Camacho haga realidad tan sencilla, pero tan anhelada necesidad.

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