Los Barrancones Abajo, ubicado a la orilla del río Ozama en Santo Domingo Este, tiene los problemas de inundación, falta de servicios, pobreza, ausencia de infraestructuras sanitarias y condiciones de vida por debajo de la dignidad humana.
Es este escenario el que define este pequeño sector formado entre un laberinto de callejones y donde desemboca una cañada que atraviesa gran parte de las casitas de hojalatas y zinc ubicada en el lugar.
Además de las condiciones infrahumanas en las que viven, también se percibe un horizonte cotidiano aplastado por las condiciones sociales donde no parece existir el más mínimo indicio de superación.
Como si se tratara de una comunidad aislada, los residentes de este sector al parecer desconocen la gravedad de la pandemia COVID-19, pues tanto niños como adultos se corretean por los callejones sin mantener en lo más mínimo el distanciamiento social ni el uso de mascarillas para evitar la propagación del virus.
Se preparan para recibir aguaceros
Con el paso de las tormentas Isaías y Laura, las cuales causaron grandes inundaciones por toda la ribera del río Ozama, los residentes de Los Barrancones Abajo se mantienen a la expectativa ante los pronósticos de otros fenómenos atmosféricos que podría convertirse en tormenta o huracanes.
Tal es el caso de Berenice de la Cruz, quien dijo que como los pronósticos indican que una onda tropical y una vaguada generarán grandes aguaceros durante esta semana sobre el territorio nacional, mantiene amarrados los muebles y parte de los ajuares del hogar, para evitar que se les dañen o sean arrastrados por la creciente del río Ozama.
Mientras que Gleny Aybar, quien vive junto a sus tres hijos en la última casa que colinda con el río, expresó que mantiene la esperanza que el Gobierno vaya en auxilio de ellos, pues no pueden conciliar el sueño debido a que no sabe si tendrá que salir de madrugada para evitar ahogarse junto a su familia bajo las aguas del Ozama.
Otro de los problemas que afecta a los moradores de Los Barrancones Abajo, es que viven en medios de pequeños vertederos improvisados, debido a que los camiones de basura no pueden entrar ya que el sector se compone de callejones.
Durante el recorrido de elCaribe se pudo observar como los residentes aprovechan la lluvia para derrumbar las lomas de basuras y que sean arrastradas por el río Ozama.
La vida en medio de pequeños vertederos
El presidente de la junta de vecinos, Isidro de los Santos, indicó que otro de los problemas que afecta a los moradores es que viven en medios de vertederos improvisados, debido a que los camiones de basura no pueden entrar ya que el sector se compone de callejones. Dijo que a esa problemática se le suma la cañada, que atraviesa el sector con desechos de baños y cuando llueve se desborda e inunda a varias casas causando problemas de salud.
