Por experiencia acumulada, queda como corolario que toda crisis trae consigo peligro, pero por el desafío que semejante fenómeno envuelve, de ahí surgen grandes oportunidades, debido a que el colectivo humano suele poner a prueba su inmensa capacidad creativa para superar cualquier debacle que aparezca repentinamente, tal como vino a ocurrir con la pandemia de la COVID-19, por cuya prolongada presencia existe honda preocupación sobre la apertura de la docencia básica, media y superior, máxime por los predios de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) que es el Alma Mater de la mayoría de los profesionales de la nación. Además, donde procuran seguir coronando su excelsa formación más doscientos mil estudiantes.

Como reacción colectiva, surge la iniciativa de impartir docencia a distancia, a través de las herramientas de la nueva Tecnología de la Información y de la Comunicación (TIC), así como mediante las herramientas provenientes de las ondas hertzianas y televisivas, cuya puesta en marcha constituye un gran desafío para los actores que interactúan en la comunidad educativa, debido a la natural resistencia de la grey humana frente a todo atisbo de cambio, máxime ahora por cuanto esto implica apartarse de la zona confortable de la enseñanza presencial.

De por sí, la enseñanza a través de internet, vista como otra modalidad formativa de educación a distancia, propende a romper la zona confortable que propicia la instrucción presencial, por cuanto el docente queda obligado a dejar el mito de mero transmisor de conocimiento para entonces asumir el rol principal de planificador de actividades constructivas, diseñadas de tal forma que el discente pueda apropiarse del saber, transformando los contenidos en experiencias epistémicas y así termina apartándose de ser un simple receptor de insumos informativos.

A la fe de cualquier catedrático de la otrora jurisprudencia, hoy conocida como derecho, queda entendido que la docencia jurídica por internet resulta muy pertinente y propicia para el alumnado cursante de esta carrera, pues fomenta en el futuro jurista un cúmulo de estrategias cognitivas, tales como autodidactismo, aprendizaje autónomo e interpersonal, interacción dialéctica y desarrollo de la lectoescritura, toda vez que las asignaciones incardinadas en la enseñanza virtual versan sobre investigación bibliográfica, resolución de situaciones problemáticas y composición de textos insertos en foros de controversias, así como redacción de ensayos, entre otras competencias intelectivas.

Todo lo anterior cabe ponerse de manifiesto, a fin de dar a conocer que la UASD, a través de la Dirección de Educación Virtual, durante la pandemia de la Cóvid-19, diseñó un plan de contingencia denominado Programa de Perfeccionamiento Docente, dotado de estrategias pedagógicas para que el cuerpo profesoral de la enseñanza presencial lograse familiarizarse con la plataforma institucional mediante orientaciones inductivas atinentes a su funcionamiento interactivo y didáctico, lo cual trajo consigo diversas jornadas instructivas que fueron impartidas en el espectro total de sus facultades.

A la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas (FCJP), le tocó la primera fase del indicado programa durante tres días consecutivos de mayo de 2020, ínterin en el cual participaron los diez coordinadores de cátedras para ser multiplicadores epistémicos, a razón de cuatro (4) educadores pertenecientes a la Escuela de Ciencias Políticas y seis (6) profesores de Derecho, capacitados en su totalidad por expertos de la consabida Dirección, identificada con el acrónimo de UASDVirtual.

Luego, la segunda fase del programa de contingencia vino a impartirse entre finales de junio y principios de julio de 2020, donde 257 profesores de FCJP fueron distribuidos en cuatro (4) grupos, uno con los maestros de la Escuela de Ciencias Políticas y tres para cubrir los catedráticos de Derecho, con varias jornadas simultáneas de instrucción, cuya capacitación corrió a cargo de un equipo mixto, compuesto por expertos de UASDVirtual, facilitadores y personal de apoyo de la propia facultad.

Aun cuando parezca redundante, conviene decir como acotación final que el internet vino a constituirse en un medio catalizador del proceso de enseñanza-aprendizaje, a sabiendas de que UASDVirtual ha usado la TIC con sobrado éxito, diseñando una plataforma bajo el código abierto de Moodle, dotada de una arquitectura electrónica que les ha permitido a todas las facultades la instrucción virtual de abundantes asignaturas, ofertas aumentables a ritmo sostenido, por cuanto la docencia jurídica en línea habrá de enrumbarse por tales derroteros, siempre con la debida sinergia de su comunidad educativa.

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