«Abuelito mi mami decía me duele mucho ahí», narra hijo de joven muerta por expareja en SDE    

«Abuelito mi mami decía me duele mucho ahí», así se expresó el hijo de Nathalia Basora, quien murió el pasado miércoles de una puñalada propinada por su expareja, en un hecho ocurrido en Los Mina, Santo Domingo Este.

«Abuelito mi mami decía me duele mucho ahí», así se expresó el hijo de Nathalia Basora, quien murió el pasado miércoles de una puñalada propinada por su expareja, en un hecho ocurrido en Los Mina, Santo Domingo Este.

El niño de cinco años, presenció cuando su padre le propinó la estocada a su madre de 28 años, quien minutos antes de morir no dejaba de quejarse del dolor que sentía en el estómago.

Rafael Basora, padre de la joven, narra que la noche de este miércoles su hija se dirigió a la casa de Sabiel a buscar al hijo que tienen en común y que compartían custodia pero que desconoce bajo qué circunstancias ocurrió el hecho.

Explicó que al día siguiente se enteró de que había pasado una situación en la casa del padre de su nieto a donde inmediatamente se dirigió para saber de qué se trataba, pero nunca se imaginó que su hija estaba involucrada en el hecho.

“Cuando llegué a la casa sale mi nieto y me dice: abuelito mi mami decía me duele mucho ahí. Le digo a un hermano de Sabiel que me deje entrar a la casa para orar por su madre porque soy pastor, dije déjame entrar para orar y darle fortaleza”, expresó Basora, quien pensaba que su nieto se refería a la madre de su padre.

Detalló que los familiares del victimario lo mandaron para el destacamento Felicidad, donde Sabiel se había entregado y es cuando se entera que él le había causado la muerte a su hija de una puñalada.

Nathalia y Sabiel llevaban varios meses separados. Según afirman los familiares  existía una orden de alejamiento a favor de la joven para que su expareja, se abstuviera  de molestarla o intimidarla.

Por otro lado, de acuerdo a versiones de vecinos de la hoy occisa en el sector Ureña, su expareja no hablaba con nadie en esa zona y siempre caminaba cabizbajo, lo que hacía creer a los residentes que Sabiel tenía algún problema y que pertenecía a alguna secta satánica, porque siempre vestía de negro, se pintaba las uñas y ojos de negro, entre otras actitudes.

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