La salida del expresidente Hipólito Mejía del escenario político podría diluir su estructura en el PRM, sino surge una figura con el suficiente liderazgo que la relance para seguir incidiendo en la organización.

Mejía es el dirigente del Partido Revolucionario Moderno (PRM) que cuenta con estructura a lo interno de la organización, además del presidente Luis Abinader, que tiene el mayor apoyo dirigencial. Ante la posible salida del escenario político del expresidente, varios de su grupo aspiran a montarse sobre su plataforma para presentar proyectos presidenciales.

La estructura de Mejía data desde el 1999 cuando ganó la candidatura presidencial del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) con su plataforma Proyecto Presidencial Hipólito (PPH). En el PRM se convirtió en el H-20 pero su fortaleza interna está cada vez más mermada, por lo que necesitaría nuevos bríos para retomar la incidencia que tuvo.

Aunque a simple vista se pueda pensar que Carolina Mejía, hija del expresidente, secretaria general del PRM y alcaldesa del Distrito Nacional, es la heredera natural de la estructura de su padre, no es así. Si algo ha quedado históricamente comprobado es que la política se lleva en la sangre, pero no es una herencia automática. Para muestra están los hijos de José Francisco Peña Gómez, que a pesar de ser políticos consagrados (José Francisco y Tony) ninguno heredó al PRD tras la muerte del padre.

En ese sentido, no se puede dar por hecho de que Carolina sería la heredera automática de la plataforma de su padre y en ese sector hay otros prospectos con perfiles presidenciales que podrían asestar un golpe político a la alcaldesa capitaleña. Se trata del ministro de Turismo, David Collado y el director de la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (Caasd) y presidente del PRM en el Distrito, Felipe (Fellito) Suberví.

El nombre de Collado, de 45 años, está más que bailoteado como potencial candidato presidencial y tiene una gran afinidad con el sector de Mejía. Una muestra es que en la gestión en la Alcaldía fueron las figuras cercanas a Mejía las que ocuparon los cargos más importantes, como Pastora Méndez, tesorera municipal.

El problema de Collado es que tiene poca afinidad con los perremeístas y en algún momento hasta se interpretó que torpedeó el proyecto del ahora presidente Luis Abinader, debido a presiones por la candidatura vicepresidencial.

Collado no es miembro de ningún organismo importante del PRM. En la convención apoyó a Carolina para la secretaría general, pero no hizo lo propio con José Ignacio Paliza para la presidencia, que llegó al cargo de la mano de Abinader.

Fellito Suberví es presidente del PRM en la capital y ganó voto a voto a Eduardo (Yayo) Sanz Lovatón, a pesar de que este último recibió el apoyo público del ahora presidente Abinader. Suberví ha renunciado en dos ocasiones a candidaturas de diputado y siempre reivindica su cercanía con el grupo de Mejía.

El director de la CAASD tiene una gran valoración a lo interno del PRM, no solo por ser el presidente del Distrito, sino porque ha tomado decisiones sin afectar la marca, como renunciar a sus aspiraciones, pero sobre todo, porque no siguió a su padre, Fello Suberví, cuando este decidió volver al Partido Revolucionario Dominicano (PRD).

El político, de 42 años, siempre hace alarde de la estructura que ha formado en su partido y de los vínculos que lo unen con toda la dirigencia de la organización, en la cual hizo carrera política junto con su padre.

El caso de Carolina parece fácil para heredar la estructura de su padre, pero necesitaría “amarrar” muchos dirigentes que han empezado a migrar al grupo del presidente de la República, luego de que se enteraran de que Hipólito no correrá de nuevo por la candidatura presidencial de su partido.

De hecho, a muchos ha extrañado la gran cantidad de cargos en el gobierno que ocupan conocidos dirigentes del grupo de Mejía. Sin embargo, a lo interno de ese partido se comenta que lo que ha ocurrido en la práctica es un desmembramiento que estaría integrándose al sector de Abinader.

Si la estructura de Mejía queda tan debilitada que no pueda competir con la de Abinader, como ha sido hasta ahora, en el PRM tienen que surgir figuras que ocupen el espacio que hasta ahora tuvo Mejía con la mirada en el 2028. El manejo que tenga Abinader en el gobierno determinará si surge en el PRM otro dirigente que siga el modelo del liderazgo compartido.

¿Y si el gobierno se traga la plataforma de Mejía?

Otra posibilidad es que el liderazgo de Abinader en el PRM, ya con el control del poder, “se trague” la estructura de Hipólito Mejía y se quede como líder único de la organización. Lo cierto es que el contexto en que el PRM llega al poder se presta para que eso ocurra, pues mientras el liderazgo de Mejía está en declive, el de Abinader está en ascenso. Lo contrario ocurrió en el PLD cuando volvió al poder en el 2004 con Leonel Fernández. Danilo Medina era el dueño de la estructura que la fuerza del poder que tenía Leonel le disminuyó. Sin embargo, desde el amplio poder que tuvo Medina en los gobiernos de Fernández logró armar un grupo que le fue fiel. En el gobierno del PRM no se vislumbra que las cosas ocurran así y si el presidente Abinader aprende la experiencia del PLD ,evitará fortalecer el surgimiento de dirigentes con fuerza.

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