Los Warriors de Golden State jamás han perdido más de 15 partidos en una temporada desde que son dirigidos por Steve Kerr.
Esta campaña, podrían alcanzar este total en la primera noche después del receso del Juego de Estrellas. Los Warriors, que volvieron anoche a la cancha, no son el mismo equipo que dominó a la NBA las tres últimas temporadas.
Los campeones defensores perdieron cuatro de sus ocho últimos partidos antes del receso y cayeron al segundo puesto en la Conferencia del Oeste detrás de Houston Rockets.
Houston lleva 10 victorias en forma consecutiva, un indicio de que terminó muy bien la primera parte de la vuelta regular. El grupo que encabezan James Harden y Chris Paul está jugando un tremendo baloncesto.
Con marca de 44-14 y cuatro superestrellas en el plantel, los Warriors siguen siendo muy buenos, solo que no tan buenos como antes.
“Hemos tenido una campaña bastante buena, pero creo que podemos jugar mucho mejor”, dijo el base Stephen Curry. “Así que es lo que trataremos de hacer en los próximos 20 partidos antes de buscar otro título”.
Su desempeño contra sus dos próximos oponentes debe servir como un termómetro de su desempeño. Los Clippers de Los Ángeles, que visitaban anoche Golden State, ganaron el mes pasado en Oakland después de haber perdido sus 12 enfrentamientos previos.
Y el Thunder de Oklahoma City, el oponente de mañana, derrotó a los Warriors por 17 y 20 puntos esta temporada. El Thunder puede ser el primer equipo que derrota tres veces a Golden State en una misma temporada desde que San Antonio le ganó sus cuatro duelos en 2013-14, la temporada previa a la llegada de Kerr. “Hemos fijado la norma de la excelencia en la liga”, dijo Curry.
“Es fabuloso cuando uno piensa que hemos podido mantener ese nivel tan alto durante tanto tiempo”, agregó el dos veces Jugador Más Valioso.
