Colores intensos y motivos florales se apoderan de la tapicería de cojines, cortinas y lencería de cama, dotando al universo textil de vida propia
Hay muchas maneras de actualizar la decoración de la casa o de ajustarla a la temporada que recién comienza, pero pocas tan sencillas y efectivas como jugar con las telas, a las que no se le da la importancia que merecen, incluso se suele huir de los estampados optando por los tonos lisos, pero tras su fachada existe un gran potencial decorativo.
Los tejidos tienen la capacidad de transformar los espacios sin tener que poner la casa “patas arriba”, dan vida a cualquier rincón, por muy simple que este sea, y, además, son una opción mucho más barata que cambiar todo el mobiliario.
Con los textiles se pueden renovar complementos como fundas y cojines, tapizar algunas de tus piezas preferidas, desde el sofá hasta la butaca o las sillas de comedor, o cambiar las cortinas por modelos más frescos y ligeros. Además, este año no solo las flores anuncian la llegada de la primavera en los tejidos, también las rayas son protagonistas.
En otro sentido, los textiles primaverales se topan con el blanco como la base imprescindible para combinar, el cual realza el color y aporta luminosidad. Estos textiles, con el blanco como fondo, están diseñados para ambientes relajados y alegres, ya que ayudan a relajar la vista.
En su vertiente hawaiana o africana, la naturaleza más exótica es uno de los estampados estrella de la temporada. A favor, tiene la inyección de energía que imprime a los interiores, gracias a sus colores y a su fuerza visual. Se trata de introducir pinceladas de (pájaros, flores exuberantes, especies acuáticas o ‘print animal’) en algunas de tus piezas y complementos, buscando siempre el equilibrio con el resto del ambiente. Una de las vertientes más atractivas y sofisticadas de esta tendencia es su variante en tonos negros. Si el 2017 fue el año de su regreso triunfal (aunque nunca desapareció del todo) el 2018 es el de su asentamiento como uno de los tejidos estrella para la casa esta primavera. Sus dominios no tienen límites y se siente igual de cómodo en el dormitorio que en el salón o vistiendo las sillas del comedor. Lleno de sofisticación y elegancia, entre los méritos del terciopelo está la capacidad de dar estilo a cualquier rincón. Si el color azul dominó sus designios el año pasado, este año el rosa, el verde y el mostaza son los tonos que le acompañan.
