Huellas doradas…

No podemos ocultarnos de los retos para siempre, lo mejor de nuestras vidas nunca sucederá desde el garaje de los miedos, el sillón de las dudas o el pozo de los letargos; la indecisión es una calle sin salida, la pesadez arena movediza y el temor, mortífero pantano.

No podemos ocultarnos de los retos para siempre, lo mejor de nuestras vidas nunca sucederá desde el garaje de los miedos, el sillón de las dudas o el pozo de los letargos; la indecisión es una calle sin salida, la pesadez arena movediza y el temor, mortífero pantano. Por otro lado, la cobardía mira el horizonte desde la piscina y temblando vuelve al agua, se refugia detrás de grandes discursos y tratados sociales, mientras la valentía se enrolla las mangas para realizar pequeñas acciones que terminan dejando atrás sus palabras mientras sus huellas le abren espacio a la esperanza.

Hay palabras que cambian vidas y transforman tu realidad, pero solo Dios define el futuro de quienes se deciden y comprometen de verdad, porque cuando Él abre caminos también cierra bocas.

Posted in Rosas para el alma

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