Argenis Méndez, capacitado boxeador dominicano, ha recuperado -tras un positivo fallo a su favor- el título mundial ligero junior avalado por la Federación Internacional de Boxeo (FIB).
En una controvertida pelea, Méndez fue noqueado en el segundo asalto por el cubano Rances Barthelemy. De esa manera Barthelemy se adueñó del cinturón que marca las 130 libras.
No obstante, el joven pugilista cubano, con foja profesional de 19-0, tuvo un reinado efímero.
Porque la comisión técnica de la FIB, en una resolución correcta, declaró nula la pelea Méndez-Barthelemy. Por tal razón el púgil quisqueyano vio regresar a su cintura el fajín ligero junior que conquistó en 2013 cuando derrotó por nocaut en el cuarto asalto al mexicano Juan Carlos Salgado.
Barthelemy, aunque en el breve combate dio una zurra a Méndez, cometió una seria falta: Conectó golpes después del toque de campana. Al analizar el video del combate, la FIB echó para atrás el triunfo (¿?) del cubano.
¿Por qué perdió?
Independientemente de que Barthelemy no peleó limpio en el final del segundo asalto, hay que precisar lo siguiente: Argenis Méndez no subió al cuadrilátero en la mejor condición física.
Tengo informes de que Méndez, en su tiempo de campeón mundial, no llevó una vida de atleta disciplina. Se afirma que anduvo de parrandas en lugares de diversión de San Juan de la Maguana y que se creía ya un sólido monarca mundial, “invencible”.
En septiembre del pasado año, mientras me encontraba en Nueva York, traté de comunicarme con Argenis, pero no apareció.
Lo llamé por teléfono para que me diera detalles de su programa de entrenamiento, pero me dijo, con voz algo apagada, que “no sabía quién le hablaba”.
Esperemos que en la revancha con el cubano suba al cuadrilátero como lo hacen los atletas disciplinados y pueda reivindicarse.
¿Caerá de nuevo Argenis? Ojalá que no. Pero tiene que tener un mejor comportamiento dentro y fuera del cuadrilátero.
