LONDRES. Una autopsia realizada el lunes a la difunta cantante Amy Winehouse no logró descubrir la causa de su muerte, y su familia y admiradores deberán aguardar semanas para conocer los resultados del análisis de toxicología.
Los acongojados padres de Winehouse agradecieron el apoyo de admiradores congregados frente a la casa de la cantante en Londres, mientras preparaban un funeral íntimo que se podría realizar el martes.
La cantante de 27 años, que luchó durante años contra el abuso de drogas y alcohol, fue hallada muerta en su vivienda en Londres el sábado por un miembro de su equipo de seguridad, que llamó una ambulancia. Esta llegó demasiado tarde para salvarla.
La policía dijo que la autopsia forense “no condujo a una causa de muerte formal y aguardamos los resultados de nuevos análisis toxicológicos”. Estos podrían demorar entre dos y cuatro semanas.
La corte de instrucción de St. Pancras en Londres declaró el inicio de la investigación y pasó a cuarto intermedio. Durante la audiencia de dos minutos, una funcionaria leyó el nombre, fecha de nacimiento y domicilio de Winehouse, a la que describió como “una señora divorciada residente en Camden Square NW1”.
“Era una cantautora en el momento de su muerte y fue identificada por su familia aquí en St. Pancras esta mañana”, dijo la funcionaria Sharon Duff.
Añadió que la muerte de Winehouse “fue investigada por la policía y declarada no sospechosa”.
La madre, el padre y el hermano de la cantante visitaron la casa el lunes y se detuvieron a inspeccionar la acumulación de flores, velas y notas manuscritas en la acera de enfrente de la casa victoriana.
El padre, Mitch Winehouse, agradeció a la gente.
“No les puedo expresar lo que significa esto para nosotros. De verdad nos ha hecho todo mucho más fácil” de sobrellevar, dijo. “Estamos desolados y no tengo palabras, gracias por venir”.
Escena desoladora
La madre de la cantante, Janis, lloró al ver las flores, velas, bote-llas de vodka, banderas, dibujos y cartas escritas a mano que han dejado vecinos y admiradores. Muchas de las ofrendas expresaron el mismo sentimiento: “Qué desperdicio”. “Yo la recordaré como un alma atormentada”, dijo Ethna Rouse, una fanática que trajo a su hijo de cuatro años para dejar un ramo de flores. “Como muchos artistas en el mundo, son almas torturadas y de allí es de donde proviene el talento”.
La cantante se había debatido con sus demonios en público y muchas veces ocupó los titulares por su conducta errática, relaciones dañinas y actuaciones interrumpidas. Pero se la recordó con cariño en Camden, un vecindario de creadores donde vivió esporádicamente durante años.