Bayaguana: entre el ocio y los milagros

Si no fuera por sus hermosos balnearios y su arraigada tradición religiosa, el municipio de Bayaguana no sería más que un pueblito con casas diminutas y donde es muy difícil hallar edificios de cuatro niveles.

Si no fuera por sus hermosos balnearios y su arraigada tradición religiosa, el municipio de Bayaguana no sería más que un pueblito con casas diminutas y donde es muy difícil hallar edificios de cuatro niveles. Bayaguana es un pueblo de apariencia tranquila y de calles limpias. Allí los motoconchos son la representación fehaciente del transporte público y, según información de la alcaldesa interina, Amarilis Sosa, sus compueblanos de lo que más viven es del comercio informal.

El mayor tesoro de este municipio de Monte Plata, y por el que probablemente más se le conoce, tiene su origen en el año 1494, con la aparición de la imagen del Cristo de los Milagros y consecuentemente, la edificación del Santuario del Cristo de los Milagros, declarado en el 2000 como Patrimonio Nacional.

“Bayaguana es muy religiosa. Ahora bien, lo de la devoción al Cristo de los Milagros más que en Bayaguana se ha expandido a nivel nacional. Los viernes primero son más los peregrinos que los mismos compueblanos quienes visitan al santuario en busca de un milagro o en agradecimiento del cumplido”, comentaba el padre Faustino Placencio, quien tiene a cargo del centro religioso. La sagrada imagen del cristo descansa en un templo sin lujos, en el centro de la ciudad, decorado en su interior con topes de ladrillo y un altar de madera.

Y son los balnearios el tesoro escondido del municipio. Tras recorrer 12 kilómetros de mala carretera (imposible superar los 50 kilómetros por hora) se tiene acceso a los balnearios más concurridos de Bayaguana: Comate, Comatillo y Salto Alto. Aunque los tres se desprenden del mismo río Comate, tienen características distintivas por donde elegir. Si quiere música, bebidas y comer de un fogón, Comate es el adecuado. Si busca un lugar tranquilo, donde solo se escuche el sonar de las cascadas y el trinar de los pájaros, Salto Alto será perfecto. Las entradas no superan los RD$50.

Estos balnearios no son tan pedregosos ni tienen fuertes corrientes. Eso sí, hay zonas identificadas con sogas de colores que avisan peligro de ahogamiento, como le ocurrió hace ya muchos años a un grupo de músicos en el balneario Comate. Cuentan los compueblanos que en esa zona se ahogaron unos siete músicos, aparentemente uno tratando de salvar a otro. La historia es ya popular porque, curiosamente, al lugar exacto donde murieron los artistas le llaman “el salto de los músicos”. Bayaguana está a casi 65 kilómetros del Distrito Nacional, poco más de una hora para llegar al centro y visitar el santuario, si su visita responde a milagros. Si el motivo es ocio, la avenida Hermanas Mirabal es la vía de acceso a la carretera Bayaguana-Sierra de Agua, donde están los balnearios. 

Para entender por qué Bayaguana se ha convertido con el pasar del tiempo en uno de los centros de peregrinación más importantes del país, hay que retroceder a los mismos orígenes del pueblo, donde cuentan que la aparición de la imagen del Cristo de los Milagros, en las playas de La Yaguana, al oeste de la isla, marcó su destino.

Los aldeanos que encontraron la imagen en 1492 se trasladaron con su reliquia al extremo este y junto a los habitantes de Bayajá fundaron Bayaguana.
Cuentan también que el Cristo ha sido responsable de muchos milagros y fueron precisamente esas atribuciones lo que los creyentes difundieron. Por eso, cada 28 de diciembre el pueblo se convierte en un acopio de encargos y ofrendas en agradecimiento al milagro concedido.

La imagen del Cristo de Bayaguana se encuentra en el Santuario del Santo de los Milagros, que también funciona como la parroquia de San Juan Bautista, patrón de la comunidad.

Pero se supone que antes de finalizar el año, el Cristo se trasladará al nuevo Santuario del Cristo de los Milagros, que el Gobierno edifica desde hace ya más de un año. La moderna estructura tendrá capacidad para unas 1,500 personas, en un municipio cuya cantidad de habitantes no llega a los 32 mil. No se puede hablar de que será una obra demasiado grande para su pueblo, cuando el proyecto está concebido “como un centro de peregrinación”, con salón multiusos, taller de artesanía, oficinas de asistencia y campo agrícola experimental. Actualmente, trabajan entre 70 a 100 obreros durante el día, según estimaciones del ingeniero de planta Manuel Rodríguez.

El pueblo

Las edificaciones más grandes que se pueden encontrar en la ciudad no superan las cuatro plantas. Son, en su mayoría, casitas de un nivel que en el centro de la ciudad se han convertido en tiendas o en algún comedor. En cualquier esquina de sus estrechas calles hay una parada de motoconcho, quienes son los que mueven a los habitantes ciudad adentro.

Este pueblo también vio crecer y correr en la Villa Olímpica de Bayaguana a uno de los atletas más queridos que hoy tiene República Dominicana: Luguelin Santos. La villa cuenta con una pista de atletismo, un multiusos donde se juega baloncesto y voleibol, dos canchas de futbol y un estado de softball.

El ejemplo más destacado para entender que se trata de una ciudad relativamente limpia es el mercado municipal. Un miércoles en la mañana y no hay escombros de alimentos ni escándalos de verduleros gritando sus especiales de venta para conseguir, más tarde, su comida. Tampoco había muchos compradores.

Los tres balnearios

El balneario Comate es el típico lugar donde las familias improvisan un fogón y cocinan en la orilla del río. También bailan en la enramada donde se despachan las bebidas. “La música es parte de la emoción de la persona para que vaya a comprar su cerveza”, comentaba Leonildo Féliz a elCaribe, mientras servía de guía por el balneario, donde se cobra RD$25 la entrada y está a 3.5 kilómetros de la ciudad.

Desde el pueblo la avenida Hermanas Mirabal es la vía para acceder a la carretera Bayaguana-Sierra de Agua, donde están los balnearios Comate, Comatillo y Salto Alto.

En Comatillo vive desde hace 53 años Leonardo Contreras y su esposa. Son ellos los que básicamente se encargan de la limpieza de este balneario, que con sinceridad no muestras grandes atractivos, si se compara con los demás de Bayaguana. Contreras cobra RD$25 por persona y utiliza ese ingreso como “chiripa”, según él mismo cuenta. Lo demás se lo gana “chiripiando en una finca”, agrega. Lo que consigue limpiando tierras es suficiente para vivir en su humilde casa, que tiene el río de patio y donde la vista se pierde en un tono turquesa emanado del agua y para manchar el panorama, algunos desechos se esconden entre las piedras.

Salto Alto es la más impresionante de las tres piscinas naturales que visitó elCaribe en su estadía por Bayaguana. Este balneario se ha convertido en un centro turístico, con dos cabañas con capacidad para cinco y siete personas. Allí una noche cuesta RD$400 por persona y los platos se despachan a RD$200. Para más información, puede llamar a la administración del centro, a cargo de Yasiris Mejía, a los teléfonos 809-899-0622 y 809- 714-5062.

Salto Alto debe su nombre a las tres cascadas que caen desde más de 10 metros sobre el balneario. Para ver todo el panorama hay que descender un promedio de 70 escalones. Pero la vista vale la pena: una piscina natural en forma de una circunferencia precisa, rodeada por las tres cascadas en un lado, y del otro una masa verde. La música aquí la completan las cascadas y los pájaros. 

Pasado
La aparición de la imagen del Cristo de los Milagros marcó el origen de este pueblo, cuyos habitantes no superan los 32 mil.

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