Pasear por las calles de Bilbao te hace sentir que estas en unas de las ciudades más moderna de Europa por el confort de sus hoteles, la facilidad con que puede trasladarte de un lugar a otro por la perfecta organización de sus vías de transportes como Metro, Autobuses y Eusco Tren y para los que les gustan caminar esta cuidad la puede conocer andando por la comodidad de sus calles y aceras angosta.
Disfrutar de la gastronomía Vasca es poder saborear el exquisito «Bacalao a la Vizcaína», las variedades de platos con los mejores mariscos del cantábrico como la anguila y los percebes así como los miles de bocadillos, entre ellos la tortilla española mejor conocida como pincho. Y cuando de bebida se refiere aquí tenemos telas para corta, porque entre vino, zurito (cerveza), mojito o el tradicional marianito hay para todo los gustos.
Otra pregunta que también nos hacemos es ¿cuánto me costará ese viajecito? Pero, hasta por eso Bilbao es un lugar para todos. Aquí podrás encontrar un menú desde ocho euros, pincho desde un euro, zurito un euro y desayuno por 2.50 euros.
Bilbao no solo es una ciudad de ocio y diversión, es también bien un lugar para los amante del arte, que pueden visitar el museo Guggenheim, obra del arquitecto americano Frank O. Gehry y que constituye un magnífico ejemplo de la arquitectura más vanguardista del siglo XX. El edificio representa en sí un hito arquitectónico por su diseño innovador en titanio y conforma un seductor telón de fondo para la exhibición de arte contemporáneo con 19 galerías. Incluye obras clavse de artistas importantes como Anselm Kiefer, de Willem de Kooning, Robert Motherwell y Richard Serra. El Guggenheim también cuenta con bares cafeterías y restaurantes para que sus visitantes puedan pasar el tiempo que amerite para disfrutar de sus expociones.
Para cerrar con broche de oro estas vacaciones en Bilbao no podemos dejar de visitar el casco viejo tradicionalmente conocido como la siete calles, una hermosa zona que conserva la arquitectura del siglo XIV como lo podrán ver en la Basílica de Santiago. Sus calles estrechas y peatonales rodeadas de tiendas y bares haciendo de este rincón un lugar para comenzar una noche de fiesta entre copas.