En unas elecciones como las del próximo año, donde habrá tantas repostulaciones, entre ellas la del Presidente, adquiere singular interés la candidatura vicepresidencial, tanto en el caso de la coalición oficialista como en el bloque opositor. Danilo Medina, por la cómoda posición que mantiene hasta el momento, tendría menos presión que Luis Abinader para tomar una decisión al respecto. Cuando un candidato presidencial tiene la ventaja, normalmente se preocupa menos por ese tipo de decisiones. O por lo menos, tiene menos necesidad de crear impacto. Leonel Fernández, por ejemplo, en las elecciones del 2004 y del 2008 optó por seleccionar como su compañero de boleta a Rafael Alburquerque, quien evidentemente no le sumaba votos pero tampoco le hacía sombra. Eran dos procesos en los que Fernández fue amplio favorito, desde el principio. Y en algún momento dijo, públicamente, que lo importante es que el vicepresidente “no reste”.
Las opciones de Danilo y Luis
Aveces la selección de la candidatura vicepresidencial es clave, ya que complementa la boleta, y hasta puede marcar la diferencia. En el 2000, Hipólito Mejía necesitaba seleccionar a Milagros Ortiz Bosch, por sus altos niveles de popularidad fuera del PRD, así como Danilo Medina necesitaba a la entonces primera dama Margarita Cedeño en las pasadas elecciones, ya que le ayudaba a proyectar la imagen de unidad del PLD. Incluso, en ocasiones, el candidato se ve obligado a hacer una selección determinada, como Joaquín Balaguer, también en el 2000, con Jacinto Peynado, quien había sido candidato presidencial en el proceso anterior y era la figura del relevo reformista. Mirando el panorama actual, parecería que a Medina le conviene seguir con Margarita por las mismas razones que tenía hace cuatro años. En el caso de Abinader, Carolina Mejía luce una buena opción, aunque lo ideal para él sería un extrapartido como Guillermo Moreno. Seguimos…
