¿Cómo juzgar a López Rodríguez?

Por ley de vida, Nicolás de Jesús Cardenal López Rodríguez ya no tiene funciones en el Arzobispado de Santo Domingo.

Por ley de vida, Nicolás de Jesús Cardenal López Rodríguez ya no tiene funciones en el Arzobispado de Santo Domingo.
Y quizás en corto tiempo -digamos dentro de unos meses- no será Cardenal de República Dominicana, también por la realidad que marca el tiempo.

El papa Francisco aceptó el pedido (de renuncia) de López Rodríguez de que lo reemplazara como Arzobispo Metropolitano de Santo Domingo. Lo sucedió el sacerdote franciscano Francisco Ozoria Acosta, de la diócesis de San Pedro de Macorís.

Durante casi cuatro décadas, López Rodríguez ejerció como Arzobispo Metropolitano de Santo Domingo y ya lleva más de un cuarto de siglo como Cardenal.

Como segundo Cardenal de nuestro país -el primero fue Octavio Antonio Beras Rojas- su labor debemos calificarla como altamente positiva. Como también lo fue como Arzobispo Metropolitano.

No voy a vacilar en dar respuesta a la pregunta que sirve de título a este artículo: Yo juzgo su trabajo religioso como muy bueno, excelente.

Hay que reconocer que el Cardenal, como humano, ha cometido errores. Pero, ¿qué mortal no yerra?

La eficiencia, talento e inteligencia singular de López Rodríguez son cualidades que deben reconocer -sin mezquindad ni miserias humanas- sus detractores y enemigos gratuitos.

A propósito de quienes, sin reparos, gustan de ser criticastros e intolerantes, leamos esta frase del maestro Hsin Yun: “La mayor fuerza de la humanidad no consiste en armas de fuego, en puños, sino en la capacidad de tolerancia”.

El saliente Arzobispo Metropolitano de Santo Domingo es políglota (habla cinco idiomas) y un ciudadano impoluto, con dignidad y decoro. Si lo valoramos en una escala del 1 al 10, yo le doy un 9.

Y más: no es practicante de la pusilanimidad… es un hombre firme en sus ideas de avanzada.

No es casual que haya sido reconocido, con Doctorados Honoris Causa, por prestigiosos centros de altos estudios… y cito algunos: Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU), Universidad Católica Santo Domingo, Universidad Creighton, Omaha, Nebraska (Estados Unidos); Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico (Ponce), Universidad Tecnológica del Cibao (UTECI) de La Vega.
Nunca la mezquindad y la mediocridad van a derrotar a la inteligencia y la dignidad, dos esenciales cualidades que adornan a Nicolás Cardenal de Jesús López Rodríguez.

¡Qué lo sepa muy bien la sociedad dominicana!

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