El músico y activista por la paz Bob Geldof, por su parte, aprovechó la visita prevista al espectáculo dedicado al vals para hablar con políticos sobre su lucha contra el hambre.
A pesar de sus altruistas metas, el músico de 59 años no pudo escapar tampoco al encanto de la joven Ruby, de 18 años. «Le gusta dormir con hombres mayores. Quizá tengo una posibilidad», bromeó en declaraciones a medios austríacos.
Ruby, en tanto, se mostró seria y serena desde su llegada a Viena, y subraya que quiere volver a ser una persona normal. De esta manera, la joven marroquí calmó también los ánimos de los organizadores del evento, que en un principio se escandalizaron con su presencia. «Es una prostituta envuelta en un juicio contra Berlusconi’, manifestó la organizadora del baile, Desiree Treichl-Stuerkh, la cual estuvo a punto de prohibirle la entrada.
«Saludaré a todo invitado, no importa quién sea ni de dónde viene», dijo la anfitriona Desirée Treichl-Stürgkh al diario «Österreich».
Junto con el nuevo director de la ópera estatal Dominique Meyer, destacó que la cultura es lo más importante y que la meta es convertir al Baile de la Ópera de Viena otra vez en un evento artístico.
Por primera vez, tocaron para los invitados los integrantes de la Filarmónica de Viena y la cantante letona Elina Garanca. También estuvo la rusa Anna Netrebko y su marido uruguayo Erwin Schrott, aunque no cantaron sino que se sumaron al baile.
El Baile de la Ópera es un gran acontecimiento en Austria, y es visto por millones de personas en televisión. Además, congrega a líderes del gobierno y las debutantes -hijas de ricos y famosos- celebran su presentación en la sociedad.
