Diseños exclusivos

Cada día son más las personas que “necesitan” un cambio radical en lo que se refiere a su aspecto físico. Los centros de estética se han convertido en uno de los grandes negocios de la sociedad moderna, y gracias a estos muchas personas con…

Cada día son más las personas que “necesitan” un cambio radical en lo que se refiere a su aspecto físico. Los centros de estética se han convertido en uno de los grandes negocios de la sociedad moderna, y gracias a estos muchas personas con mal formaciones congénitas, otras con problemas físicos, han logrado hacerse correcciones en los “problemas” que de verdad habían marcado sus vidas. El cuidado personal, que incluye higiene, estética y peso adecuado, contribuye de manera importante en la salud mental de los individuos. Ahora bien, ¿qué sucede cuando tienes un rechazo hacia tu aspecto físico, de forma tal que quieras convertirte, prácticamente, en otra persona? Traigo esto a reflexión, en virtud de que hace apenas unos días, tuve una entrevista con una joven de 30 años, aproximadamente, que, conociéndola casi desde niña y dejándola de ver por alrededor de un año, la reconocí solo por el tono de voz, dada la transformación física producto de cirugías estéticas. Nueva nariz, nueva boca, nuevos ojos, busto, cintura y, según ella misma me fue diciendo, una transformación completa. Paradójicamente, después de haber logrado realizar el sueño de “ser diferente”, la recibo, no sólo con una gran depresión, sino en un estado de alcoholismo tal, que consideré, en ese momento, referirla a un centro de recuperación. Todas estas cosas que ella entendía la transformarían en una persona “distinta”, era solo en su interior donde estaban, y, por ende, donde había que buscar y trabajar para lograr el cambio que buscaba. Estas situaciones me obligan a destacar de cuántas cosas nos hemos olvidado, las cuales son más que necesarias tener presentes para lograr ser personas integrales y aceptarnos tal cual somos, incluyendo nuestras debilidades, ya que solo así estas últimas pueden ser cambiadas en fortalezas. Tú y yo fuimos diseñados modelos exclusivos de la naturaleza, de forma tal que tenemos un ADN único, huellas digitales únicas, un diseño que, aún con todos los adelantos de la ciencia, mano de hombre no puede inventar. Es necesario que nos cuidemos del bombardeo sobre el concepto de belleza que han querido estandarizar y los íconos que hoy día nos quieren imponer. Cuida tu belleza interior, ya que la misma está en peligro de extinción.

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