Así que como ya entré a los infames treinta y no deseo ser parte de la estadística, inscribí el combo completo: nutrióloga (Mi Mighty Doc Arelys), gym y personal trainer (El Súper Papo), esta vez la cosa va en serio.
Pero #elrégimen ha sido todo un suceso entre los + combina2, especialmente mi muy querido Dr. Chocolate quien muy angustiado, mientras veíamos lo que sería la última aparición de los Yankees de esta temporada, me hizo saber que YO he dividido el grupo con mi dieta. Colocados en su cajita, muy presentables por cierto, estaban los muy tentadores pastelitos de queso y pollo, quipes y demás “yerbas aromáticas” que atentaban con hacerme perder la fuerza de voluntad por enésima vez ese día; mientras que del otro lado algunos saboreaban el rico pollo horneado con vegetales que yo había preparado para seguir mi nueva cultura alimenticia.
Lo cierto es que la verdadera preocupación de mi adorado Choco no es más que ya estamos en el mes de octubre, a tan solo días del inicio de la temporada de la pelota invernal y según él, los juegos no cuadran si no es con comida con grasa y una buena fría para acompañarla (aunque yo sé que muy en el fondo él estaba loco por probar el pollito con vegetales… jajaja).
No importa si es con pastelitos, quipes o un buen plato bajo en calorías cortesía de la cocina de una servidora, de octubre a enero el aire destila “Beisbol Invernal”, con el Licey y las Águilas buscando borrar de la mente de sus fanáticos la desafortunada pasada contienda; los Toros firmes en retener su corona; los Leones afirmando que otra vez este será el año rojo, y los Gigantes y las Estrellas buscando quizás hacer de esta una temporada para la historia.
Así que prepárense chicas, alisten en sus closets las piezas del color de su equipo favorito, cuadren sus calendarios para visitar el play, porque les prometo tres meses de diversión, pelota intensiva y un update ocasional en cómo me va con la última edición de #elrégimen.
¡Hasta la próxima!
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