Horford, Arelys Reynoso e ingratitud (1-3)

Les pido permiso a los lectores de esta columna. Abordaré un tema espinoso y humano, al margen del boxeo. Al Horford es un jugador de baloncesto profesional. Es un NBA dominicano probado. Además, un atleta súper millonario pese a que…

Les pido permiso a los lectores de esta columna. Abordaré un tema espinoso y humano, al margen del boxeo. Al Horford es un jugador de baloncesto profesional. Es un NBA dominicano probado.

Además, un atleta súper millonario pese a que todavía no ha cumplido los 26 años. Está en la cima  de su carrera en el mejor baloncesto del mundo.

Tiene una madre, Arelys Reynoso, muy especial. Una mujer que hace unos años residía en un modesto hogar enclavado en el Gran Santo Domingo.  Era una mujer perteneciente al segmento de gente pobre. Ahora Arelys Reynoso, quien trabajó en el país en algunos medios noticiosos-deportivos, también es  millonaria.

Gracias a la fortuna de su querido hijo, está bañada en dólares y disfruta, obviamente, de una vida glamorosa. ¡Qué bueno!

Alfred “Tito” Horford, un exbaloncestista de la NBA, es el papá de Al Horford. Tito Horford es un hombre tranquilo y buen padre. Es la otra cara de la moneda.   No es avaro, no practica la ingratitud -que hoy norma a su exesposa, la ostentosa señora Arelys Reynoso- y siempre se ha llevado bien con la prensa deportiva nacional.

¿Por qué ?

Me enteré que ya el colega Bienvenido Carmona no ejerce la función (profesional) de vocero de prensa e imagen en República Dominicana de Al Horford.

Al leer la noticia, me puse a indagar por qué el joven baloncestista dominicano ha prescindido de los servicios de Carmona. La respuesta: Carmona fue despedido del cargo por disposición de la señora Arelys Reynoso. ¡Vaya sorpresa!

Sorpresa porque nunca pasó por mi cabeza que la señora Arelys Reynoso iba a “empujar” a su hijo a tomar tan descabellada decisión.

Publio Terencio, mítico pensador de origen africano, dejó esta frase: “Soy hombre, nada humano me es ajeno”. Haciendo acopio de ese pensamiento, decidí escribir sobre este  lamentable impasse para solidarizarme con el colega Bienvenido Carmona.

En las siguientes entregas sigo….

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