Hotel Los Marlins

Este es el discurso que tuve a bien pronuncair en el acto inaugural del Hotel Los Marlins, el 5 de abril de 2003.Salutación:

Este es el discurso que tuve a bien pronuncair en el acto inaugural del Hotel Los Marlins, el 5 de abril de 2003.

Salutación:

El inicio de estas palabras lo quiero hacer con recuerdos de mi adolescencia, muchos recuerdos que no se han marchitado con el paso inexorable de los años.

En la escuela primaria de La Vega, y luego en la escuela Normal se nos enseñaba el estudio de los poetas nacionales y de los americanos, de estos últimos hubo uno, que entre varios, impactó de una manera definitiva en mi formación, me refiero al ilustre político y poeta venezolano Andrés Eloy Blanco, quizás su poesía más conocida la dedicó al héroe de “Ayacucho” y la llamó “Sucre en Chuquisaca”.  Relata que el mariscal subía una dorada escalera, donde recibió el engarce ligero de una dama rubia, quien en la emoción del momento saltó sus bucles que impactaron en las charreteras del “mariscal” pintando fulgores dorados.  El invicto mariscal al recibir esos fulgores solares contestó “jamás sobre mis hombros cayó señora el peso de un homenaje igual”.  El impacto de las letras de esa poesía me ha acompañado toda mi vida.  De esto puede dar testimonio mi entrañable amigo, compañero de pupitres en esa adolescencia sana y feliz, sin ataduras y compromisos, sin factura y sin pagarés, Yoryi Rodríguez Gómez, con quien he mantenido una amistad incólume por más de 6 décadas, la cual me honra y enorgullece, y que deseo sirva de ejemplo a mis descendientes.

Sin embargo, las estrofas que más me han llenado en mis años de adultez es una poesía del mismo autor que se llama “Los Hijos Infinitos”.

“Cuando se tiene un hijo, se tiene al hijo de la casa y al de la calle entera.

Cuando se tiene un hijo, se tiene el mundo adentro y el corazón afuera”.

Esta obra que inauguramos hoy, tiene para mi hijo Diego Hugo y para mí esa connotación especial del gran éxito de mi “otro hijo” Luis José y de su amigo muy querido desde la infancia, y la podría llamar hiperbólicamente una “ofrenda de amistad”.

Usted recordará, querido presidente Mejía, cuando nos honró en el “primer picazo”, he aquí el último vástago salido de las entrañas del “Grupo Moya” ejecutado con toda la dedicación y entrega que nos caracteriza.

Se ha empleado la avanzada técnica constructiva del Till Top, paredes pre-vaciadas in situ, luego levantadas sobre plateas y rigidizadas con losas de hormigón armado que aportan una estabilidad lateral enorme, 1er. Hotel construido en el país con esa avanzada tecnología.  En ese proceso constructivo fue que el amigo Miguel Feris me dijo lo satisfechos que estaban los accionistas, y yo le contesté: “Es que yo soy un viejo revolucionario”, él me replicó: “y yo soy un revolucionario viejo”.  Cuánta profundidad en esas expresiones.

El proyecto se adapta a los requerimientos turísticos de la zona y sobre todo enclavado fundamentalmente dentro de un campo de golf, muy bien cuidado y mantenido, a 35 minutos de la ciudad capital, y conectado por el “eje vial el Este” el cual termina en Verón con la Autopista El Coral Romana Higüey Verón.  Su terminación podría llamarla “lujosamente austera” y con una armonía magistral dentro del entorno circundante.

A pesar de ser un hotel mediano de tamaño (126 suites con el criterio de los “Embassy Suites”) y con los requerimientos de la prestigiosa cadena Internacional Hilton, que será la operadora del hotel, posee todas las facilidades de un gran hotel, como son: salón de convenciones, salón de reuniones, oficinas, comedor de lujo, snack bar, piscinas con terrazas y bar interior, cocinas completas, amplio lobby, ascensores, escaleras, etc., y algo especial que quiero destacar son las “suites especiales para discapacitados”, concepto muy moderno en hotelería.  Todo este conjunto enmarcado en una apropiada jardinería y un paisaje acogedor.

No puedo terminar sin reconocer cálidamente al Arq. Manuel Polanco, diseñador de la obra, viejo y querido amigo, hijo del gran filántropo puertoplateño, el Dr. Polanco.  Al Arquitecto y Decorador Eduardo Lora por sus siempre oportunas decisiones, de gran ayuda para la ejecución de este proyecto.  A la supervisión eficiente y eficaz ofrecida por Miguel Subero y Asociados; asimismo a los señores Steve Ankron y Carlos Cortina, representantes de los propietarios en las decisiones técnicas y económicas, respectivamente.

Muy especialmente a mi otro “hijo”, el Ing. Ricardo Amiama, encargado de nuestro Departamento de Ingeniería.  Al Arq. Frank Castillo, Gerente General de nuestra empresa Mapeica Industrial, quien se encargó de la ebanistería y terminación en general de los trabajos de madera.  A nuestros ingenieros residentes, Oscar Souffront y Hugo Pérez por su gran entrega, dedicación y empeño puestos en su trabajo.

A las ingenieras Johanny Camilo, Zeneida Pérez y Rita Martínez,  para sólo señalar algunos representantes de nuestro Grupo Moya por el gran soporte técnico ofrecido al proyecto.

A nuestros sub-contratistas, quienes son parte integral del “Grupo Moya”: Larmat, en las instalaciones eléctricas, representada por el Ing. Pedro Larancuente; Ingenieros Sanitarios Consultores, en las instalaciones sanitarias, representada por la Ing. Magda Duarte; CCM, representada por el Ing. Frank Adames, en la fabricación de los Till-Top; Prieto Nouel,  representada por los ingenieros Jaime y César Prieto en la instalación de aires acondicionados; Dampe, representada por el Arq. Daniel Pérez en los trabajos en yeso; Suplidom, en las instalaciones de la piscina, representada por el Ing. Bruno Palamara; Carlos Marte, trabajos de carpintería; Carlos Morales, trabajos generales.

Agradecemos en todo lo que vale, la apreciada presencia de nuestro Presidente Hipólito Mejía, apoyando siempre estas manifestaciones del sector privado, en aras de lograr un mejor país.

Recibe pues, Luis José, y en representación del Consejo de Directores de Metro Country Club, el último eslabón interminable de obras del Grupo Moya, que gustosamente te entregamos con todo el afecto y admiración que te profesamos.

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas