El Instituto Agrario Dominicano (IAD) tiene concluidos 20 de los 53 proyectos que le entregó el presidente de la República para lograr en ellos una reconversión, haciéndolos rentables y productivos. El resto de los proyectos tiene una ejecución del 75%.
La información la ofreció ayer Radhamés Valenzuela, director del organismo, en una entrevista para elCaribe, en la que aseguró que esos proyectos han sido encaminados con una visión diferente, tratando de educar y organizar a los productores en una nueva estructura denominada cooperativa agroempresarial.
Lo que se busca es que a través de esas instituciones se puedan preparar los predios, se manejen los financiamientos y a la vez se contraten los mercados, llegando así a la agricultura del contrato. Esa nueva agricultura a la que refiere Valenzuela consiste en que antes de sembrar esté “amarrado” el mercado, tanto el externo como el local, es decir, el comprador, para no dar “palos a ciegas”.
Teóricamente (porque hay que hacer un levantamiento más ampliado) el IAD tiene más de 10 millones de tareas, unos 112 mil beneficiarios y 570 asentamientos, de acuerdo a los números que maneja el director del organismo.
“Queremos que los productores, con estos nuevos sistemas no tengan forma de perder, sino de ganar y que puedan ir cambiando sus formas de vida. Los cultivos que estamos implementando se están haciendo rentables, especialmente por una serie de medidas que se han tomado desde el Gobierno. Una de ellas tiene que ver con la inyección de recursos al Banco Agrícola de unos RD$2,000 millones”, apuntó Valenzuela. Y justo en esa parte de la entrevista aseguró que se han logrado mejoras en los niveles productivos de habichuela, maíz y vegetales, entre otros.
La visión que tiene Valenzuela es que se conviertan todos los asentamientos agrarios en cooperativas agroempresariales. En la historia del IAD (que ahora cumple 52 años) se habían formado cuatro cooperativas de ese tipo. Pero en un año y ocho meses de gestión del actual gobierno se han creado 38 que solo esperan el decreto de incorporación. “Y eso ha sido posible porque la gente se encuentra muy entusiasmada en la siembra de frutales, limón, aguacate y un sinnúmero de cultivos, muchos de ellos con vocación exportadora y otros para garantizar la seguridad alimentaria interna”, dijo Valenzuela, sin zafarse un solo instante de sus expresiones de optimismo. Al mes de junio se espera que haya 50 cooperativas, donde estén incluidos unos 8,000 nuevos agroempresarios con una visión distinta. “Y hemos firmado para eso convenios con unas veinte instituciones para que nos metamos todas en el campo”, planteó. Entre esas instituciones figuran el Idecoop, el Infotep y la Universidad Autónoma de Santo Domingo.
Valenzuela estuvo acompañado en la entrevista de Damaris Ramírez, encargada de Planificación del IAD, y Érica Díaz, de Relaciones Públicas. Radhamés Valenzuela rememoró que cuando llegó al cargo el Presidente le explicó que quería la transformación de la institución y de los asentamientos agrarios, que si bien estaban en manos de gente con mucha pobreza tienen en sus manos un potencial enorme de riqueza. Ese potencial a que refería para entonces el mandatario tiene que ver con las tierras, que desde el pasado han sido donadas por distintos gobiernos y donde se puede generar lo que más necesita el ser humano: el alimento. “Y el alimento debe estar en un primer lugar y no en otro sitial como a veces lo ubican. Para eso, la tierra es fundamental, y esa gente la tiene”, sostuvo Valenzuela.
Parte de las dificultades, que según el funcionario hubo históricamente, tienen que ver con la forma como se entregaban los terrenos a los beneficiarios, porque esa entrega no venía acompañada de otros componentes como la asesoría, el crédito y los mercados. “Es decir, que a veces, en vez de darle una solución a las personas, les estaban dando un problema”, indicó.
Inversión y aniversario
Los 53 proyectos que ejecuta el IAD se derivan de las visitas sorpresa que realiza el presidente Medina e implican una inversión superior a los RD$2,000 millones y más de un millón de personas beneficiadas directa e indirectamente.
Informó que el organismo ha dragado 22 kilómetros del río Yuna y eso ha contribuido a que no haya que declarar las zonas aguas abajo de éste en alerta roja en la misma forma que había que hacerlo antes, todos los años. En esa zona, por efecto de los trabajos se han incorporado unas 50 mil tareas nuevas a la producción agropecuaria. Con el dragado, de forma indirecta, se han beneficiado unas 300 mil tareas.
En adición al dragado se han recuperado algunas factorías de la reforma agraria que estuvieron abandonadas. Esas instalaciones son administradas por los mismos parceleros beneficiados, con financiamiento otorgado por el Gobierno a una tasa anual del 5% y con un período de gracia. En otra parte de la conversación, Valenzuela informó que se trabaja en una iniciativa donde están incluidos entre 60 y 70 jóvenes bachilleres y estudiantes de agronomía para producir pimienta.
¿Y cuáles acciones se implementan en el Sur?
El director del IAD aseguró que en el Sur del país está pasando una revolución que todo aquel que visita esa zona la siente y la ve. “Solo en el lago Enriquillo nosotros tenemos nueve proyectos para dar respuesta al crecimiento del lago y para dar respuesta exclusiva a las personas que fueron afectadas por las crecidas. Dentro de esos proyectos citó el de Espartillar, provincia Independencia, donde se instala un sistema que permitirá irrigar 15 mil tareas para cultivar gramíneas como maíz, sorgo, pasto, melones, sandía, y leguminosas, como habichuela.
Otro de los proyectos es El Limón de Jimaní, donde las labores llevan un nivel de avance importante. Como parte de las acciones del IAD se exportan rubros como banano, jengibre, orégano y mango, entre otros.
