¡Las reservas o la vida!

Durante décadas el FMI y las firmas calificadoras de riesgo, han insistido en la necesidad de que República Dominicana mejore su capacidad para enfrentar los choques externos, a través de un aumento de los niveles de reservas de divisas. Uno de…

Durante décadas el FMI y las firmas calificadoras de riesgo, han insistido en la necesidad de que República Dominicana mejore su capacidad para enfrentar los choques externos, a través de un aumento de los niveles de reservas de divisas. Uno de los argumentos esgrimidos por las calificadoras para asignar a la deuda soberana de nuestro país uno de los ratings más bajos entre todas las deudas soberanas de la región ha sido el bajo nivel de reservas del Banco Central (BC).

Las reservas internacionales netas del Banco Central (RINBC) han mostrado cierto crecimiento en los últimos años. De octubre del 2010 a octubre del 2014, las RINBC han pasado de US$2,418.2 a US$4,214.4 millones. Mientas en octubre del 2010 las RINBC permitían cubrir 1.94 meses de importaciones, en octubre del 2014 permiten cubrir 2.89 meses.

Cuando se observa el comportamiento mensual de las RINBC se advierte que a partir del año 2009 se producen alzas considerables en el mes de diciembre de cada año. En la mayoría de los casos esto refleja una política que ha venido ejecutando el BC de tomar prestadas las reservas de los bancos múltiples para llevarlas al BC y de esa manera presentar, a final de cada año, niveles más elevados de acumulación de reservas.

En años como el 2013, ha incidido también la entrega al BC por parte del Gobierno Central de los ingresos en dólares de desembolsos de préstamos de organismos multilaterales de financiamiento (BID, por ejemplo) y colocaciones de bonos soberanos realizadas en los meses de noviembre y diciembre.

Esta política de tomar reservas prestadas a los bancos múltiples se ha venido intensificando en los últimos años. La misma tiene un costo significativo para el BC, pues este último entrega a los bancos certificados de inversión con elevados rendimientos a cambio de que estas entidades le cedan sus reservas. El pago de intereses que realiza el BC se eleva, lo que a su vez expande el déficit cuasi-fiscal, el cual a principios del año siguiente, en los Estados Financieros del BC, es llevado a la partida de cuentas por recibir del Gobierno Central. De nuevo estamos frente a uno de los principios fundamentales de economía: no hay almuerzo gratis.

En el 2014, la práctica de tomar prestadas las reservas a los bancos múltiples, por alguna razón, se ha intensificado. Mientras en octubre del 2013, las reservas internacionales netas de los bancos múltiples y otras sociedades de depósito (activos externos – pasivos externos) eran negativas en US$103.6 millones, en octubre del 2014 mostraron un saldo negativo de US$418.7 millones. Al 7 de noviembre la situación muestra un deterioro mayor: las reservas internacionales netas de los bancos múltiples y otras sociedades de depósitos cerraron con un balance negativo de US$604.5 millones.

Cuando se consolidan las RINBC, las de los bancos múltiples y otras sociedades de depósito, el resultado es menos favorable que el indicado por el BC cuando presenta el nivel de “sus” reservas. En efecto, las reservas internacionales netas del sistema bancario consolidado aumentan a mucho menor ritmo que el exhibido por las RINBC. Al 7 de noviembre del 2014, por ejemplo, las reservas internacionales netas del sistema bancario consolidado ascendían a US$3,631.1 millones, equivalente a 2.49 meses de importaciones, inferior al 2.57 de octubre del 2013.

Estos resultados no deberían sorprender a nadie. Recordemos que el principal objetivo que persigue el BC es el control de la tasa de cambio. Tan fuerte es ese compromiso que todos los años el BC exhibe con orgullo el haber logrado una tasa de depreciación del peso inferior a la que se había proyectado a finales del año anterior cuando el Gobierno Central y el BC establecieron la tasa de cambio promedio y de final de año para la elaboración del Presupuesto General del Estado.

El 2014 no ha sido la excepción. Se había proyectado una tasa de cambio promedio anual de 44.40 y de final de año de 46.00 por dólar. En lo que va de año la tasa promedio ha sido de 43.40 y la de final de año aparentemente quedará por debajo de 45.00 por dólar. El BC considera que esta política de control de la tasa de cambio ayuda al balance fiscal pues reduce el pago del servicio de la deuda pública.

Para llegar a una conclusión definitiva habría que calcular también los ingresos en pesos que deja de recibir el Gobierno por concepto de los desembolsos de préstamos y bonos externos, los impuestos de aduanas y los demás impuestos (itbis y selectivos) cuyas bases aumentarían si la depreciación no fuese forzada a quedar por debajo de la proyectada en el Presupuesto. Y claro, el costo de la esterilización de las reservas que el BC toma prestadas de los bancos múltiples.

El BC se enorgullece cuando exhibe que la República Dominicana en el 2014 ha sido uno de los países de la región con menor tasa de depreciación de su moneda. Olvida decir que somos uno de los países con menores reservas en meses de importaciones. l

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